El saco cantor [ATU 311B*]

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0002n

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Anotaciones musicales

Comentario musicológico (PDF)
Transcriptor de la partitura

Isabel María Ayala Herrera

Transcripción

Esto era un padre y una madre, y tenían una nena. Se llamaba María, muy bonica la chiquilla, preciosa y muy buena. Y fue su papá de viaje y le trajo tres chinitas de oro. Y, entonces, su mamá | ella estaba siempre jugando con sus chinitas, sus amiguitas, y la mandó su mamá a la fuente a por agua. Y y-… y… y las dejó en el suelo y cogió y llenó el cántaro y se fue a su casa. Y se le olvidaron las chinitas. Cuando llegó a su casa, dice su mamá:
—María ¿Y las chinitas?
—¡Oh! ¡Ya se me han olvidado!
Entonces salió corriendo y las buscó. Y cuando llegó había allí un hombre y se las había cogido, se las quitó y las metió en un zurrón. Y se la echó a cuestas, a la niña.  

Y…iba el abuelo de casa en casa diciendo:
—¡Zurroncico, canta!
Y… le hacía así, le daba, y la chiquilla cantaba:

—Por tres chinitas de oro
que en la fuente me dejé,
por la causa de mi madre,
en un zurrón moriré.

Y el hombre venga a andar, venga a andar de casa en casa. Llegaba a otra casa, llamaba y decía: ―¡Venga zurronci- ―. Le daba así:
—¡Venga zurroncico, canta!

—Por tres chinitas de oro
que en la fuente me dejé,
por la causa de mi madre,
en un zurrón moriré.

Y así iba de casa en casa y ganaba mucho dinero el hombre.
Y de casa en casa y ya hasta que llegó una noche a la casa de la madre de la nena, pero el hombre no sabía que era la casa suya. 

Y llega allí, llamó y dice | le dijo así:
—¡Zurroncico canta!
Y sale la nena:

—Por tres chinitas de oro
que en la fuente me dejé,
por la causa de mi madre,
en un zurrón moriré.

Y la madre, que oyó a su hija cantar, ⎯Madre mía⎯ dice: —¡Esta es mi nena!― dice: 
―¡oh!, ¡madre mía!, ¡oh! Pase usted, pase usted―. (La conoció.) ―Pasé usted, que mire usted qué noche más mala, y aquí va usted a dormir y a cenar.
El abuelo dice:
—Pos bueno, sí, aquí me quedo.
Y le dio de cenar, lo acostó y se durmió. Y cuando se durmió, la sacó a la hija y a las chinitas, que las llevaba también el abuelo. Entonces metió un perrillo. 

Y al otro día por la mañana, salió el hombre y dice:
—Bueno, ¡adiós y muchas gracias!
Y se fue de | otra vez de casa en casa. Y cuando llegó a una casa, le dio así al perrillo pa que cantara y el perrillo decía:
—¡Guau, guau!
Y el abuelo se conformó una vez o dos y iba pa abajo venga a andar, venga a andar. Y él:
—¡Venga zurroncico, canta!
Le hacía así y que nada, no cantaba. Na más que:
—¡Guau, guau!
Y el hombre ya se cabreó y lo echó al perrillo pa que se fuera. La niña se quedó con sus padres y tan contenta con sus tres chinitas de oro. Y así se acaba.

Resumen de ATU 311B*

The Singing Bag. A Gypsy (old man) puts the niece of an old washerwoman (only daughter of an old couple) into a bag and carries her off. The Gypsy goes begging from door to door and exhibits his "singing bag": He gives the bag a pinch, threatens to beat it with his stick, and orders it to sing. Thereupon the girl in the bag starts singing her tale: I left my rosary on a stone by the river when I was washing. When I wanted to get it, a Gypsy put me in his bag and carried me off. (I am the only daughter of an old couple. An old man carried me off when 1 was gathering berries in the forest.)

One day the Gypsy arrives at the old washerwoman's house. The woman recognizes her niece, invites the Gypsy into his house, and entertains him until he gets drunk. When he is sleeping, she rescues the girl from the bag and, in her place, puts two cats (horse dung). When the Gypsy exhibits his singing bag the next time, the cats mew. The Gypsy opens the bag and is scratched or bitten [K526] (Uther, 2004: I, 192).

[El saco cantor. Un gitano (un viejo) mete a la sobrina de una anciana lavandera (o a la única hija de una pareja de ancianos) en un saco y la secuestra. El gitano va mendigando de casa en casa y exhibe su saco cantor: le da un pellizco, amenaza con golpearlo con su palo y le ordena que cante. Enseguida la niña, dentro del saco, empieza a cantar su cuento: Yo dejé mi rosario sobre una piedra junto al río cuando estaba lavando. Cuando quise cogerlo, un gitano me puso en este saco y me secuestró (soy la única hija de una pareja de ancianos. Un viejo me secuestró cuando estaba recogiendo frutas del bosque).

Un día el gitano llega a la casa de la anciana lavandera. La mujer reconoce a su sobrina, invita al gitano a casa y le entretiene hasta que lo emborracha. Cuando el gitano está durmiendo, la lavandera rescata a la niña del saco y, en su lugar, pone dos gatos (estiércol de caballo). Cuando el gitano exhibe su saco cantor la vez siguiente, los gatos maúllan. El gitano abre el saco y es arañado o mordido [K526] (traducción de Alba Pegalajar Espinosa)]