Pablito

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Referencia catalográfica: 0011n

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Muy buenas. Voy a contar el cuento de Pablito. 
Pablito era un nene que vivía en una aldea en un pueblo pequeñito, y resulta de que era muy malo, muy malo, muy malo. Tan malo que los nenes cuando lo veían (sus amiguitos) se iban. No querían cuentas con él. Siempre salía escalabrao de las | con las peleas que tenía con los amigos; en la escuela, hacía rabona y no iba; el profesor no sabía qué hacer con él; los padres, siempre enfadaos porque no les hacía caso, les desobedecía… Y Pablito, era su forma de ser. Él se creía que él actuaba bien, que esa era pues su forma y eso. Y siempre estaba en el pueblo, estaba de nones el Pablito, y era muy travieso.  
Tan travieso que un día estaba en el campo y vio un árbol muy grande, muy grande, muy grande, y  una enredadera que lo liaba al árbol, venga, y subía pa arriba, pa arriba. Y empezó a trepar, a trepar, a trepar y llegó hasta darse cuenta de que ya estaba por encima de las nubes y que las nubes se le quedaban por debajo. Entonces empezó a andar por las nubes; él allí jugaba tan a gusto, estaba…
Y de buenas a primeras ve que hay un hueco y empieza a mirar pa abajo, y al mirar pa abajo ve su pueblo y empieza a observar, y ve que en el pueblo, pues estaban sus amiguitos y ve cómo eran. Veía que estaban otras amiguitas y tos, que tos jugaban muy bien, que tos se llevaban muy bien, que había uno… | que tos querían estar juntos, que siempre cuando no se veían iba uno en busca del otro, el otro iba en busca de él. Total, una armonía y una esa. Llegaba y veía que en sus casas sus papás tan contentos les daban la merienda, les daban regalitos porque se portaban muy bien, muy obedientes. En el colegio pues jugaban; todos querían estar juntos; todos querían ir, el maestro muy contento, los papás… 
Y él entonces se creía | vio que su forma no era como él creía. Vio que él se creía que era normal, que era un niño bueno, que era su forma que…, pero vio que había otras que eran mucho mejor, que los otros nenes to el mundo quería estar con ellos y que a él to el mundo le daba de lao. Entonces le dio pena y empezó a pensar y se… se puso muy triste, muy triste de ver que nadie quería estar con él (se dio cuenta) y que tos le daban de lao. 

Y se hizo ya de noche y bajó pa abajo. Se trepó otra vez pa abajo y tal, y llegó a su casa y sus padres lo vieron muy triste:  
—¿Qué te pasa hijo?
—¡Nada!, ¡Na, no me pasa na, tal!

Y él toa esa noche la pasó pensando y recapacitando sobre lo que había hecho. Y a partir de ahí él empezó a cambiar, a cambiar, y vio que ya no se peleaba con los amigos, que los amigos lo admiraban más, que todos lo querían más. Y eso | Y su padre vio que había cambiao radicalmente. Y entonces todos fueron tan felices: él tan contento, sus padres, los maestros, tos los niños juntos.  

Y fueron felices y comieron perdices.