San Isidro labrador

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0016r

Informantes

Notas

La informante cecea en el término surcos.

Notas léxicas

besana: ‘lugar donde se ara’ (TLHA). Esta voz, según observamos en el TLHA, queda recogida en el Vocabulario andaluz (1934) de Alcalá Venceslada.

(Nota léxica de Marta Torres Martínez)

Bibliografía

IGRH: 0000

Otras versiones de "San Isidro labrador"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 72); Alonso Fernández y Cruz Moreno (2003: n.º 36); Atero Burgos (2003: n.º 326); Benítez Sánchez (1999: p. 212); Checa Beltrán (2005: n.º 55); Fraile Gil (2016: n.º 303); Higueras Martínez y Aguilar González (2001: p. 177); Moreno Moreno (2016: n.º 210); Pimentel García (2020: n.º 923); Trujillo Pacheco (2017: n.º 57).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

San Isidro el labrador     labraba en su tintería.
Cuando iba a trabajar,     era después el mediodía. 
Los vecinos d´alredor     todos le tienen envidia 
de ver que sus galanciales      salen después el mediodía. 
Han ido a casa del amo      y lo fueron a imponer 
diciendo que su criado     no cumple con su deber. 
Y el amo no ha sido torpe     y fue a enterarse del caso. 
Y al llegar a la besana*     tres pares de bueyes blancos 
y s´han abierto tres surcos     no habiendo más que un arado. 
S´ha rodeado su amo,     de alegría va llorando 
diciéndole a su señora     que su criado era santo. 
Y a otro día de mañana     repicaron las campanas: 
—Que vayan por San Isidro     que l´ha mandado su ama.

Resumen de "San Isidro labrador"

San Isidro suele arar pasado el mediodía. Los otros labradores, viendo que a pesar de salir más tarde saca más provecho de la faena que ellos, acuden a su amo para quejarse de la situación. El amo decide salir para comprobar los hechos. Le pregunta a su criado quién le ayuda con las tareas y este le responde que Dios. A continuación, el señor observa cómo Isidro, con un solo arado, es capaz de hacer tres surcos. Queda maravillado y, una vez en casa, le cuenta a su mujer que su criado es santo. En algunas versiones, al día siguiente, el amo decide mandar a Isidro a labrar una tierra donde no hay agua. El amo se acerca a Isidro para preguntarle por la tarea y le dice que está sediento. El santo golpea unas rocas con su vara y hace brotar una fuente de agua. La mañana siguiente, redoblan las campanas para festejar el don de Isidro.