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Anotaciones musicales
Es una versión de la copla aragonesa "Un mañico en Zaragoza de una moza se prendió" o “Los novios aragoneses”, recogida por Joaquín Díaz en Palencia (ATO 758.32) —grabación inaudible—, de final trágico. Desde el punto rítmico, a pesar de la imprecisión de la ejecución, destaca la heterometría o alternancia de compases con equivalencias de parte o compás (a veces, la interpretación de la parte transcrita en compás binario se realiza atresillada o en subdivisión ternaria). Por lo que respecta a la organización tonal, es reseñable la modulación al homónimo mayor en la última sección.
(Comentario musicológico de Isabel María Ayala Herrera)
Isabel María Ayala Herrera
Bibliografía
IGRH: 0000
Otras versiones de "Los baturros"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Y un baturro en Zaragoza de una maña se prendó,
y desde aquellos momentos se querían con pasión.
Y el baturro le decía lleno de felicidad:
—Purita como la virgen al altar te ha de llevar—.
Ya pasaron varios días, llegó la costolidad;
que un rico a la maña fue y la pretendió,
pero ella le ha dicho, le ha dicho que no:
—De ti tengo que vengarme, me cueste lo que me cueste,
y tú vendrás a buscar el dinero el que vence—.
Ya pasaron varios días, llegó la costolidad,
que el pobre le dice al rico: —Ya te puedes preparar.
En la tuya o en la mía, uno tiene que acabar—.
Y sin perder tiempo él fue y se marchó,
casa de su novia y allí la abrazó.
El pobre le dice al rico: —Ya te puedes preparar.
En la tuya o en la mía, uno tiene que acabar—.
Y los dos lucharon y el rico murió
de una puñalada que el maño le dio.
—Adiós, mañica del alma; a la carcel voy por ti.
—Si es verdad que tú me quieres, contigo me casaré—.
Y ha cumplido su condena y él a su casa volvió,
y sin perder mucho tiempo a su madre preguntó:
—Lo que quiero, madre mía, que me diga la verdad;
si mi novia ha sido buena y me ha podido esperar—.
Y su madre le decía: —Pues ha sido muy honrá—.
Y sin perder tiempo él fue y se marchó
a casa de su novia y allí la abrazó.
Ya despusieron la boda, de seguida se casaron,
(.....................................) y todos decían a una voz:
—Viva los hombres valientes y las mujeres honradas.