En Carcagüey chiquito
hay un valiente cuquito.
El señor corregidor
la barbilla le treparon.
Mandó aprender el cuquito
para tirarle un tirito.
No pudiéndole aprender,
el cuquito se ha llenado
de matas y matagallos.
Todo el que tenía coche
se iba por esos cerros;
yo, que no tenía na,
m’agarré al pie de una torre.
Vide un río que no corre. 
Me llevaron los zapatos.
Vi un atajo de gatos
pelear con menos zurco.    
Vide sembrarle zurzo 
trigo pa todas las panyas.
Vide tejer una araña 
paños para mi soldaos.   
Vide hacer un arado
de rocitas  de un pepino.  
Y vide andar un molino
con el viento de una gota. 
Y vide coser una… 
Vide una casa rota           
cosida con dos espartos.
De ella tirando un ratón,    
de compañero un lagarto.
Y vi una procesión
de tábarros y mosquitos,
y una vieja dando gritos     
llorando por sus abuelos.
Y vide unos pollos nuevos    
que los criaba una polla.
Vide cocer una olla,                     
ser de palos y no quemarse.
Vide un borrico afeitarse    
por dale gusto a un caballo.
Vide segar un gallo                  
y una gallina trillar.
Y porque me estáis escuchando
ya no sos digo más na.