Sagrada Virgen del Carmen,     sagrada Virgen María,
a donde quiera que llegas,     has de ser bien atendida.
Por eso los españoles     aclamamos con amor
a la venerada imagen     y a nuestra madre de Dios.
Y en el pueblo de Alicante,     que le llamaban Laureña,
había una jovencita,     catorce meses enferma.
La pobre quedó sin vista,     alimentos no tomaba;
la joven se consumía     y hasta se quedó sin habla.
Y una mañana trempano     su madre se la encontró
hincadita de rodillas,     orando en su habitación.
Se lo dice a su marido,     de lo que la niña hacía;
se lo dice al señor cura,     y forma la ucaristiva.
To el pueblo entero acude,     la sacan en pruseción,
a la venerada imagen     y a nuestra Madre de Dios.