Esto era el caso de un cartero     que una mañana fue y se encontró 
una maleta muy bien tapada     y de seguida la registró. 
Se encuentra un niño recién nacido     y al momento se sorprendió: 
—Yo te dejo donde estabas     que nadie sepa que te he visto yo—. 
Pero un peón caminero,     que por el sitio pasó,  
al ver aquella maleta     a su casa se la llevó. 
La destapó con cuidado     y oyó un niño llorar:
—Con este juntamos cuatro,     nunca nos falta la caridad—. 
Una carta también iba,     la que decía: —Cuidad de él. 
No tiene padre ni madre     pero a los diez años vendrá a por él—. 
[Com.: Y llevaba el dinero.] 
Cuando se enteró el cartero     lo que el niño llevaba 
fue a casa del peón caminero     pa que se lo entregara: 
—Si quieres coger el dinero,     el niño de aquí no sale, 
ya que tú lo has despreciado     y aquí ha encontrado su padre y su madre.