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Informantes
Recopiladores
Notas
Durante el canto, se repite cada octosílabo.
La informante sesea.
Bibliografía
IGRH: 0461
Esta versión se editó previamente en Pedrosa (1995).
Otras versiones de "La mujer del molinero y el cura"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
BAUTISTA RODRÍGUEZ, J. (2020). El cuento de Mariquita triqui traca (ATU 1730C*) y el romance de La mujer del molinero y el cura: cultura popular, anticlericalismo y biopolítica. Boletín de Literatura Oral, 10, 87-108.
HERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, A. (2010). Romancero murciano de tradición oral. Entnografía y aplicaciones didácticas. En M. Masera y J. M. Pedrosa Bartolomé (Eds.), El jardín de la Voz: Biblioteca de Literatura Oral y Cultura Popular, 8. Universidad de Alcalá – Insituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM – Centro de Estudios Cervantinos.
MERINO MADRID, A. (2000). Fuentes literarias escritas para dos romances de la tradición oral de los Pedroches. En J. Criado Costa, Crónica de Córdoba y sus pueblos, VI, (pp. 345-355). Córdoba: Diputación Provincial.
REDONDO, A. (1983). De molinos, molineros y molineras: Tradiciones folklóricas y literatura en la España del Siglo de Oro. En Literatura y folklore (pp. 99-115). Universidad de Salamanca.
RÍO CABRERA, J. A. (1989). Líneas convergentes en la cuentística y en el romancero andaluz: los temas anticlericales. En P. M. Piñero Ramírez (Ed.), El Romancero. Tradición y pervivencia a fines del siglo XX: Actas del IV Coloquio Internacional del Romancero (Sevilla - Puerto de Santa María - Cádiz, 23-26 de junio de 1987) (pp. 553-558). Fundación Machado – Universidad de Cádiz.
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Transcripción
―Siéntate, marido mío, siéntate y te contaré:
ha pasado el padre cura, me quiere pisar el pie.
―Déjalo que te lo pise si te da bien de comer.
A la noche pa cenar, unos buñuelos con miel.
Estándoselos cenando, en la puerta llaman: ―¿Quién?
―Padre cura, mi marido, ¿dónde lo meto yo a usted?
―Méteme en ese costal y arrímame a la pared.
Y a la entrada del marido es lo primero que ve:
―¿Qué hay en ese costal que está sobre la pared?
―Es un poquito de trigo que ha caído que moler.
―Alumbra con el candil, que el trigo lo quiero ver.
Al desatar el costal ya es lo primero que ve
la coronilla del cura más blanca que la pared.
―Buenas noches tenga, padre. ―Muy buenas las tenga usted.
―La mula se ha puesto mala, y usted tiene que moler.
Lo engancharon a las doce, lo soltaron a las tres.
Cuando lo desengancharon no se le veían los pies.
Al otro día siguiente a misa va la Isabel.
―Buenos días, padre cura. ―Muy buenos los tenga usted.
―Mi marido es muy gustoso que a mi casa vaya usted.
―Anda, vete a los infiernos tú y tu marido también,
que si cien años viviera, no me engaña otra mujer.