Iban a pasar un río unos gitanos… Iban a pasar el río unos gitanos. ¡Y traía una avenida el río… ―claro, eh―, que no se atre-…, no se atrevían a pasar!
Dice:
―¡Ay, madre mía!, ―dice―, ¿y cómo pasamos el río? ―dice―. ¡Virgen Santísima!, si no pasamos…, volvemos a pasar el río, ―dice―, nos a…, la burra se cae, ―dice―, y nos a…, porque no puede la burra pasar. Con el peso nuestro y el agua que trae, se cae y vamos todos al río.
Dice:
―Pues, ¡no, no, no! ―dice―. Vamos a pasar y vamos a ponernos a rezar.
Y dicía así:
―¡No jodas, hombre! Si te pones a rezar, la burra se pone de rodillas y nos vamos al agua.