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Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante indica que esta leyenda se la contó su abuelo.
Bibliografía
Esta narración fue recogida en Martínez Reyes (2016: n.º 155).
Transcripción
Había un hombre ahí, en el pueblo. Ese hombre se convertía en todos los animales que veía. Sí él veía un león, ahí se iba convertido en león; sí él veía un tigre… ahí; y si veía una culebra, se arrastraba como una culebra. Ese hombre, dicen que ya no existe, hace como diez años o quince. Ese hombre, si veía un león, se convertía en león. O sea, si veía una iguana, que son de varios colores, ¡ay, se convertía él! ¡A saber si será cierto! […]
Él no salía a la calle, porque ―mira―, porque si veía un perro, se convertía en perro, y la gente no lo podía echar de ver. Y dicen que cuando sacaba la lengua, la lengua la sacaba, pero la sacaba al fondo. La lengua le caía como… digamos que aquí estoy yo, ahí estás vos, la lengua le pegaba así a la pared. Tenía que caminarla enrollada. No hablaba; por eso le decían “el mudito”.
Dicen que a la mujer también la contagió. Esa mujer también se convertía en todos los animales, pero ella se convertía en hembra. Solo en animales hembra. Si veía una perra, ahí iba ella, perra también. Dicen que esa mujer se murió y todavía dicen que sale en las quebraditas. Ahí sale, dicen […] Dicen que se convierte en animal. ¡Dicen que… peligroso ahí!