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Notas
cipote: ‘El Salv., Hond. y Nic. niño (persona que está en la niñez)’ (DRAE, 2014).
Según observamos en el MdD, este término es lematizado por los diccionarios académicos a partir del DRAE (1925): ‘El Salv. y Hond. Chiquillo, pilluelo’. La marca diatópica relativa a Nicaragua (Nic.) se incorpora en el Suplemento del DRAE (1970). En el ámbito no académico, como vemos en el NTLLE, vuelve a ser Alemany Bolufer en su Diccionario de la lengua española (1917) quien incluye por vez primera cipote: ‘Amér. En Salvador y Honduras, chiquillo, pilluelo, muchacho’.
(Nota léxica de Marta Torres Martínez)
El Ocotal: aldea del municipio de Teupasenti, departamento de El Paraíso, situado en la zona oriental del país.
Bibliografía
Esta narración fue recogida en Martínez Reyes (2016: n.º 178).
Transcripción
Cuentan otra también, que ese hombre murió este año, el año 2010, que hizo pacto con el diablo. Era el hombre más millonario de La Aguja, del Ocotal*. Y se murió.
Bueno, dicen que el alma de él ―se llamaba Israel Castro―, | Dicen que el alma de él |nació el primer hijo, se le entregó al diablo. Nació el segundo, se lo entregó al diablo. Tiene una niña que se llama Estefany, igual a yo, y dicen que a esa cipota* también casi se la entrega, pero no la entregó.
Dicen que aquí en Danlí, en un cerro, ahí le venía a dejar todo el dinero, todo el dinero. Le venía a dejar, pero toneladas de dinero. Dicen que el dinero lo metía al banco. Tenía una mansión. ¡Tiene todavía allá en El Ocotal!
Y dicen que ese hombre, de papel higiénico, usaba el dinero para limpiarse. ¡Y tiene ―uh―, tiene tres mansiones! Tiene casa, tiene carro, tiene ―¿cómo? buenos―, tiene camiones que venden café, tiene fincas. Dicen que él hizo pacto con el diablo. Dicen que todos, todos los fines de semana, iba a traer las maletas, pero maletas de dinero, pero a cambio que le entregara cada hijo que tenía.
[…] Los cuatro que tuvo primeros, se los entregó. Y ahora tiene tres: Estefany, Junior y César. Solo esos tiene.
Y dicen que | Él se murió. Lo mataron. Estaba él en una hamaca, y escucharon un balazo. Y, como era millonario y él tenía una hamaca fuera de la casa, pero lejos. Y ahí se iba todos los días. Y tenía, tenía como, como un comedor, tenía algo, que ahí le servían de todo. Tenía una puerta secreta, y dicen que ahí había dinero, pero dinero a explotar. Y dicen que de un solo, el dinero desapareció. ¡Cuando él se murió, el dinero desapareció!
La familia sigue rica todavía, porque dicen que el hijo también, dicen que el hijo también.
¡Yo no me iría con ese hombre!
¡Ni porque fuera millonario, digo yo! ¡Y a mi prima le gusta, y eran novios! Y le digo yo:
—¡No te metás con él, que ya sabés lo que vas a sufrir!
La mujer de él, esa mujer se queda como muerta, así, y se duerme un día, todo un día, las veinticuatro horas. Y hasta el día siguiente despierta, porque dicen que por un rato se la lleva el diablo y se la vuelve a traer. ¿Te imaginás cómo estará ese hombre en el infierno? ¡Se ha de estar quemando!
Dicen que todos los sábados y domingos, dicen que tenía un altar donde le rogaba al diablo que le diera más dinero y más poder. Dicen que, y dicen | Nadie, nadie supo quién lo mató. Nadie vio a nadie. ¡Dicen que fue el diablo!
Es que él ya se quería salir, porque ya le habían llevado todos los hijos. Y le pedían a cambio los tres hijos que tenía. Entonces él no quiso dar los tres hijos únicos que tenía, y mejor se entregó él. Dicen que le pegaron un balazo en el pecho y lo encontraron guindado. Y no había huellas, no había zapatos, ni huellas de zapatos. Tenía vigilantes, y nadie lo vio.
Y Estefany, la hija, está en Danlí estudiando. Dicen que la cipota está como media loca.
Sí, y eso dicen que es cierto; eso sí es cierto, porque ese hombre era pobrecito, y de un día para otro cambió.
Y una persona que es así, bien es narcotraficante, o bien es que tiene pacto con el diablo. ¡Ahí no venden ningún tipo de droga! ¿Y sin trabajar y sin nada?