El rescate de la muchacha que se había llevado el duende para su cueva

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Notas

Ocupación: recepcionista de hotel

Notas léxicas

bordo: ‘Hond., Méx. y Nic. Elevación de palos, tierra y piedras que se hace a ambos lados de un río o quebrada para evitar inundaciones o para retener o estancar las aguas’ (DRAE, 2014).
Según observamos en el MdD, desde el DRAE (1925) la Academia recoge este significado bajo la definición ‘Reparo, por lo común de céspedes y estacas, que forman los labradores en los campos, con objeto de represar las aguas, ya para formar aguajes, ya para enlamar las tierras’, pero con las marcas diatópicas Guat. y Méx. En el DRAE (2001) se incorporan las tres etiquetas actuales (Hond., Méx. y Nic.). En la tradición lexicográfica extraacadémica, como vemos en el NTLLE, se recoge ya desde el Diccionario de la lengua española (1917) de Alemany Bolufer: ‘Amér. En México, reparo de césped para detener las aguas en las cercas’.

(Nota léxica de Marta Torres Martínez)

cipote: ‘El Salv., Hond. y Nic. niño (persona que está en la niñez)’ (DRAE, 2014).
Según observamos en el MdD, este término es lematizado por los diccionarios académicos a partir del DRAE (1925): ‘El Salv. y Hond. Chiquillo, pilluelo’. La marca diatópica relativa a Nicaragua (Nic.) se incorpora en el Suplemento del DRAE (1970). En el ámbito no académico, como vemos en el NTLLE, vuelve a ser Alemany Bolufer en su Diccionario de la lengua española (1917) quien incluye por vez primera cipote: ‘Amér. En Salvador y Honduras, chiquillo, pilluelo, muchacho’.

(Nota léxica de Marta Torres Martínez)

chavo: ‘Hond., Méx. y Nic. muchacho (niño que no ha llegado a la adolescencia)’ (DRAE, 2014). Esta voz se introduce en el DRAE (2001).

(Nota léxica de Marta Torres Martínez)

mate: ‘El Salv., Guat.  y Hond. Movimiento brusco y repentino, que muestra la intención de la persona que lo hace’ (DRAE, 2014). Esta voz se introduce en el DRAE (2001).

(Nota léxica de Marta Torres Martínez)

Bibliografía

Esta narración fue recogida en Martínez Reyes (2016: n.º 404).

Transcripción

Pero de... | Mire, yo tengo una experiencia también de una, una amiga. Se la llevó el duende. Sí, se la llevó. Dice que allí pasaba. Comía de todo. Ahí tenía todo. Lo único que, o sea, que el duende no la hacía hacer nada, nada. Ella pasaba | Mir-, ella dice que pasaba como solo acostada, dice. ¡Solo acostada!
Él la peinaba, dice. Le ponía florcitas, dice, a ella. Mire, ella estaba cipota*. Tenía como quince años. ¡Pero mire que lo | la enloqueció!
Cuando vinieron, vinieron los auxiliares, fueron a | tuvo una noche de búsqueda, para hallar a la cipota. Mire, a las doce de la noche, ella oía que decía que hablaba, oía que hablaba una persona. Fueron a un bordo* | Oía que, en una parte de abajo, había un hoyo, oía que hablaban, una bulla.
Entonces se fueron; ahí estaba, pero el duende no estaba en ese momento.
Vinieron, se la llevaron, pero aquella chava* se enloqueció.
Este, cuando estaba en la casa, ella decía:
—¡Ahí está! ¡Ahí está! —dicen que decía, pero no había nada.
Al rato, ya llegó el duende a la cueva y no halló a la muchacha que tenía. Entonces vino, se fue a la casa donde la tenían y dijo a agarrar a pedradas la casa de ella. Pero estaban los auxiliares y había bastante gente, pero aquella chavala tuvieron que amarrarla porque se trastornó.
Hoy, gracias a Dios, ya la llevaron a donde médicos, terapias y todo eso, y está alentadita. Ya dejó de molestarla, ya cuando ella se casó.
O sea que, ya cuando se casan, ya no les gusta a ellos, ya no le gusta al duende. Entonces ella se casó, y ya hasta ahí, no más, terminó.

Mi papá fue a esa, a ese rescate de esa muchacha cuando se la llevó el duende. O sea, que el auxiliar llamó a toda la gente para que fueran a buscar a la muchacha. Y ahí dice que pasaron por unas vigas, y de ahí llegaron donde estaba, o sea, a donde la tenía ese.
Tuvieron que meterse bastante a una cueva. ¡Bien bonito dice que tenía adentro!
Y ella estaba bien dormida cuando la llevaron. O sea, que ella se fue a despertar a la casa.
Ella, ella vino a las seis de la tarde. Dicen que le dijo la mamá:
—¡No tengo agua! —le dijo.
—¡No, yo le voy a traer! —dicen que le dijo ella.
Mire, se fue solita. Y nunca llegaba aquella muchacha. Y la mamá esperándola:
—¿Qué se haría mi hija?
Bueno, y se fue a buscarla a la poza y solo las chancletas había dejado. Y, mire, esa, esa pobre madre estuvo pensando como tres días, sin…, poniendo notas, que si no la miraban.
Al final de cuentas, se advirtió que podía ser el duende que la había llevado, porque solo había dejado las chancletas.
Y en ese | como a los tres días, vinieron y hicieron… | llegaron de los auxiliares y dijeron que necesitaban ayuda para buscar a la hija de él. Y así fue como la hallaron.
Pero ella se trastornó, porque viéndolo bien, desde el punto de vista, el duende es algo…, un mal espíritu que trastorna la gente.
Si usted le hace un mal mate* lo puede enloquecer. Si usted lo mira así, y usted le hace un mate, […] se hace | se enloquece uno, y es diferente […].