La protección de la Milagrosa

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Referencia catalográfica: 0270n

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Transcripción

Mira, te voy a contar el por qué mi madre le tenía mucha devoción, y nosotros lo mismo, a la Virgen milagrosa. Porque ella contaba que, en la guerra, registraban las casas y entraban, y lo que les gustaba se lo llevaban, otras cosas las rompían. Si eran cosas de santos y eso, lo rompían, y entonces ella se enteró que una amiga suya tenía la Virgen que visitaba las casas, que era una capilla de la Milagrosa, y fue por ella, y la mujer le dijo que allí estaba bien guardá, pero ella le insistió y se la dio. Y entonces dice que la metió | la lio en una manta y la metió en la madriguera de los conejos, pero ella no podía dormir porque pensaba que los conejos podían roerla, como la urna era de madera, y eso que… Y entonces la sacó, la metió en el arca, le echó ropa en lo alto. Ella tampoco estaba a gusto de que la Virgen estuviera allí con toa la ropa encima de ella. La sacó y la puso en lo alto de la cómoda con su…, con su mariposa y las puertas del cuarto abiertas y to los vecinos que entraban veían a la virgen allí en lo alto de la cómoda.

Y ya dice que se enteró que venían registrando la calle esta. Y entonces mi abuela vivía. Mi abuela paterna vivía en la calle Granadillos y le dijo a mi padre que, cuando viniera del trabajo, en vez de venirse aquí que se fuera allí a la casa de sus padres, que allí estaba ella con mi hermano, que estaban chicos, y se fue allí y estuvo to el día. Cuando ya era por la tarde, ella creía que ya habían pasao por la calle, y entonces los cogió y se subió pa arriba, pero cuando llegó a la esquina de Don Nazario, pues vio que venían por ahí por medio de la calle. Ella no quiso hacer alardes de volverse ni na, porque vaya que se fijaran en eso y vinieran directamente aquí, y se paró con una vecina allí haciendo tiempo pa que pasara, y cuando ella creía que ya habían pasao volvió a subir pa arriba y entonces se lo encontró que quedaban cuatro o cinco casas pa llegar a la…, a la de ella y…, y ya se […], y entonces llegó y abrió la puerta y de momento llegaron ellos. Llamó | llamaron:

―¿Podemos pasar?

―Sí―.

Pasó | pasaron y, al entrar al portal, dice que se fue la luz, se pararon un poco y, viendo que no venía, pues dijeron: “Mira, así no podemos mirar. A ver, vendremos otro día, y cuando vosotros querráis”. Y entonces dice que se salieron y que no habían tardao cinco minutos cuando vino la luz, y ella pues eso decía que era un milagro, y ella le tenía mucha devoción a la virgen.