Antes, como no había tantas discotecas ni tantas cosas, pues cuando llegaba el final del año, se juntaban los muchachos y las muchachas y hacían una cosa que le decían “los adagios”, que era escribir nombres de muchachos, nombres de muchachas y piropos, y los echaban cada cosa en un…, en un sitio y sacaban un | el nombre del muchacho: “Ahora vamos a ver con quién se va a casar”, y sacaban el de la muchacha: “Vamos a ver lo que le dice”, y le decía su piropo. Unos eran picosillos, otros eran mu bonicos, y así se divertían, jugando | también tocando la zambomba. De que llegaba el día ocho de diciembre, contaban los…, los mayores que se juntaban en las casas, pero entonces se juntaban los mayores, los menores y toa la familia entera y iban de un lao pa otro y juga- | y tocaban la zambomba y cantaban villancicos y estaban allí pues hasta que ellos se hartaban de estar y ya iban acostarse. Otra noche a lo mejor se iban a la casa de otro vecino, y así estaban hast-, hasta que pasaba San Antón.