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Anotaciones musicales
Esta versión truncada del romance del quintado nos aporta una nueva melodía en modo menor. Debido a la interpretación fragmentada puede dudarse de la organización de la misma en una o dos frases independientes. A falta de mejores pruebas, la entendemos como una melodía única.
Se desenvuelve en una escala tonal menor en un ámbito de novena que deja la nota final en el centro.
La estructura que presenta es la siguiente:
A B A B C D
―> ―> ―>
A b c d e f
Los incisos van enlazando los versos de dos en dos, repitiéndose el primero con dos hemistiquios nuevos. En cuanto al perfil de la melodía, si nos atenemos a los cuatro incisos A B C D, la agrupación de los incisos de dos en dos rompe con la estructura propia de los otros tipos. En este caso es llamativo el contraste entre las dos frases, rítmica y melódicamente muy diferentes.
El comienzo es tético con una repetición insistente de la nota (que es la dominante). El final es femenino.
Desde el punto de vista rítmico, sorprende la variedad de medidas que encontramos en tan pocos compases. Ajustado todo a un ritmo binario, vemos cómo en la primera frases se combinan los tresillos con los puntillos, mientras que en la segunda estos valores desaparecen y encontramos síncopas. Como en las anteriores melodías de este romance, el tempo con se canta es vivo.
El estilo de esta melodía es narrativo melódico.
(Comentario de Luis Moreno Moreno)
Luis Moreno Moreno
Bibliografía
IGRH: 0176
Otras versiones de "El quintado"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
GONZÁLEZ, A. (1994). La aparición y El quintado. Renovación y conservación a través del cruce. En D. Catalán, J. A. Cid Martínez y A. Valenciano (Coords.), De Balada y Lírica, 1. 3er Coloquio Internacional sobre el Romancero, vol. 1 (pp. 345-357). Madrid: Fundación Ramón Menéndez Pidal – Universidad Complutense de Madrid.
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Transcripción
Soldadito, soldadito, ¿por qué tienes tanta pena?
―Es que me he casado ayer y hoy me han traído a la guerra.
―¿Tan bonita es tu mujer que tanto te acuerdas de ella?
―Si la queréis conocer, aquí la traigo en la cartera.―
Sacó la fotografía para que todos la vieran,
y un coronel que allí había puso los ojos en ella.
―Soldadito, soldadito, márchate para tu casa,
que sin un soldado menos también se acaba la guerra.