Blancaflor y Filomena

Audio

Informantes

Notas

En esta versión, la informante repite el comienzo de todos los versos, según el siguiente esquema: "Que don Fermín, que don Fermín se paseaba / por el mar, por el mar y por la arena".

Anotaciones musicales

Comentario musicológico

En esta primera versión encontramos una melodía tonal (más claramente tonal la versión de Pedroche por el final descendiendo a la tónica) que se encuadra en el intervalo de una octava.
La estructura es simple: cuatro incisos bien diferenciados y bastantes simétricos. Solo llama la atención el hecho de que son incisos excepcionalmente largos para el verso octosílabo. Esta irregularidad se explica por la repetición sistemática de las primeras palabras (cuatro sílabas) en todos los hemistiquios. Puede esquematizarse así:
A  B  C  D
A  b   c  D
Las dos versiones tienen un comenzó anacrúsico similar con la repetición de la primera nota antes de un arpegio sobre el acorde de tónica. El final es femenino.
Rítmicamente es una melodía muy homogénea en compás binario que hemos ajustado en un 4/4. Llama la atención la diferencia entre las dos versiones por los insistentes puntillos de la primera que han desaparecido en la segunda.
Esta melodía la inscribimos en el estilo narrativo melódico.

(Comentario de Luis Moreno Moreno)

Partitura

Bibliografía

IGRH: 0184

Otras versiones de "Blancaflor y Filomena"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3908); Álvarez Cárcamo (2019: 12.3); Atero Burgos (2003: n.º 28); Benítez Sánchez (2000: pp. 205-208); Checa Beltrán (2005: n.º 11); Díaz (1980: n.º 11); Díaz (2007: F.22); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 31-32); Esteve Faubel (1998: pp. 1075-1080); Fraile Gil (2010: n.º 85-86); Fraile Gil (2013: n.º 39); Fraile Gil (2016: n.º 43); Gil Muñoz (2010: n.º 9); Manzano Alonso (2003: pp. 255-260); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 24); Moreno Moreno (2016: n.º 31, 32); Pimentel García (2020: n.º 151); Piñero Ramírez (1996: n.º 29); Piñero Ramírez (2004: n.º 22); Piñero Ramírez (2013: n.º 25); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 21); Rico Beltrán (2009: n.º 30); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 35); Suárez López (2009: n.º 230); Tejerizo Robles (2007: n.º 369); Trapero (1985: n.º 50-59); Trapero (2000a: n.º 3); Trapero (2000b: n.º 2); Trapero (2003: n.º 19); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 3); Trujillo Pacheco (2017: n.º 33); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 71); Vázquez León (1993: n.º 6).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

ABAD EXPÓSITO, M. C. (2005). Blancaflor y Filomena. Análisis de un romance. Intersubjetivo: Revista de Psicoterapia Psicoanalítica y Salud, 7(1), 116-134.

ALMOINA DE CARRERA, P. (1975). Diez romances hispanos en la tradición oral venezolana. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

BORETZ, E. (1999). In Filomena’s Domain: the Realm of the Romance. Coronica: A Journal of Medieval Spanish Language and Literature, 27(2), 75-88.

GÓMEZ ACUÑA, B. (2002). Variaciones del tema clásico de Philomena y Procne en el romance Blancafor y Filomena. Lemir: Revista de Literatura Española Medieval y del Renacimiento, 6. Disponible en http://parnaseo.uv.es/Lemir/Revista/Revista6/BlancaflorFilomena.htm.

GRANADA, G. (1976). Romances de tradición oral conservados entre los negros del occidente de Colombia. Boletín del Instituto Caro y Cuervo, 1, 209-229.  

GUTIÉRREZ ESTÉVEZ, M. (1978). Sobre el sentido de cuatro romances de incesto. En Homenaje a Julio Caro Baroja, 551-579Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

GUTIÉRREZ ESTÉVEZ, M. (1981). El incesto en el romancero popular hispánico: Ensayo de análisis estructural. Madrid: Universidad Complutense de Madrid.

HERRERA CASO, C. (1995). Cien variantes canarias del romance popular Blancaflor y Filomena: Estudio lingüístico. Vector Plus: Miscelánea científico – cultural, 6, 19-29.

HERRERA CASO, C. (1994). Estudio semántico de cien variantes del romance Blancaflor y Filomena [Tesis doctoral]. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

MARTÍN ROMERO, J. J. (2001). El romance tradicional de Blancaflor y Filomena y su reescritura narrativa en la segunda parte de Espejo de príncipes y caballeros (1580) de Pedro de la Sierra. Rivista di Filologia e Letterature Ispaniche, 4, 41-48.

PARKER-ARONSON, S. L. (2007). Transformation and Turkish Threat in the Romance "Blancaflor y Filomena". Hispanic Journal, 28(1), 135-146.

VALIENTE BARROSO, B. (2015). El romancero tradicional de Cantabria: el ciclo del tabú del incesto [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid.

VIERECK SALINAS, R. (2002). Blancaflor y Filomena: Algunas tensiones de la oralidad en el Romancero. Revista Chilena de Literatura, 57, 151-164.

WEINBERG DE MAGIS, L. I. (1994). Metamorfosis de un mito: el romance de Blancaflor y Filomena. De Balada y Lírica, 2, 203-218.

Transcripción

Que Don Fermín, se paseaba,     por el mar y por la arena,
con sus dos hijas delante,     Blancaflor y Filomena.
Un señor que paseaba     se enamoró de una de ellas,
se enamoró de Blancaflor,     sin olvidar a Filomena.
Ya se casan, ya se velan,     ya se la lleva a su tierra,
y a los tres días de casado,     dice que se va a la guerra.

[Com.: Y ya no me acuerdo más, porque esa es más larga, porque se fue, eh..., fue a por la hermana. Como no se había olvidao de la hermana, también quería abusar de ella, pues entonces fue a por la hermana, y cuando venían con, venía con ella, abusó de ella. Y yo, por más vueltas que le he dao yo a esa, no la (...). Fue por su hermana pa que se quedara con la otra, y lo que hizo fue ir por ella pa abusar de ella. Pero esa, es que le doy más vueltas que..., y no le junto la pata con la oreja.]
 

Resumen de "Blancaflor y Filomena"

Un padre o una madre pasea con sus hijas y un caballero se enamora de una de ellas. La madre prefiere darle la mano de la mayor, pero el pretendiente no olvida a la otra hermana. Cierto día, el galán decide satisfacer sus deseos. Con la excusa de partir hacia la guerra, acude a casa de su suegra. Le dice que su esposa está embarazada y que desea que su hermana la asista en el parto. Él promete defender su honor y la madre se la entrega. Una vez en el monte, el cuñado la viola y le corta la lengua para que no cuente lo sucedido. Un pastor oye los gritos de la joven y esta le pide papel para escribir una carta. Como no tiene tintero, la muchacha emplea su propia sangre. Un ave transporta la misiva hasta la casa de su hermana. Para vengarse del marido, la muchacha guisa a su hijo recién nacido y se lo sirve como cena. En otras versiones, la muchacha aborta y guisa el feto. El marido se sorprende del exquisito sabor de la carne y la esposa se lo confiesa todo. La joven muere en la horca o es asesinada por el marido. En muchas versiones se omite la truculenta secuencia del asesinato del niño, aunque se conserva el halago del marido hacia la cena servida. Suelen concluir cuando la esposa le confiesa que ha recibido la carta de la hermana. En ocasiones, maldice al marido por su mala acción o le asegura que la justicia lo prenderá para que confiese el lugar donde yace su hermana. En algunas versiones, se incluye una advertencia del narrador a las madres para que no casen a sus hijas en tierras lejanas.