Actuaciones como cantante y panderetera

Audio

Informantes

Notas

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00003 30).

Muchos de los temas de esta entrevista fueron también transcritos en el Catálogo Folclórico de la provincia de Valladolid.

Con respecto a las canciones, la informante declara que se solía reunir en Rueda con otros músicos para cantar jotas, sirviéndose de panderetas, guitarras, bandurrias y violines, mientras que un grupo de chicas bailaba. Ella solía cantar y tocar la pandereta.

Transcripción

Eusebia: —La calle Platería, esa tiene mucha amistad conmigo y me aprecia mucho. Me escribió dos cartas.

Entrevistador 1: —¿Quién? ¿Carmen…?

Eusebia: —Y dice: “Dígame usted cómo se llama pa ponérselo”.

Entrevistador 1: —Carmen Prados.

Eusebia: —“Euse-, Eusebia Rico Vicente. Coja la burra y vente”. Pues allí, allí que lo puso.

Entrevistador 1: —Pero usted no fue al programa.

Eusebia: —Pero si no me | Tenía que venir a por mí él.

Entrevistador 1: —No la han llamao.

Eusebia: —Nada. A bien que se ha quitao esa cosa.

Entrevistador 2: —Lo mismo la lleva a lo de Fiesta, a lo de los martes.

Entrevistador 1: —Bueno, usted nos decía antes que ganaba cinco pesetas cuando actuaba.

Eusebia: —Cuando cantaba allí en…, en… | Claro que éramos miserables.

Entrevistador 1: —Pero, ¿siempre ha ganao usted cinco pesetas o ha ganado después más, después ya subía usted la cotización?

Eusebia: —Pero si después ya no he cantao ya más. Canté entonces. Luego, ya he cantao, pero particular. Cantaba porque quería y ya está.

Entrevistador 1: —Usted dice que empezó a cantar a los once años. A los once.

Eusebia: —O antes.

Entrevistador 1: —O antes.

Eusebia: —De seis años, a seis a siete años empecé a aprender cosas.

Entrevistador 1: —Y luego, siguió de panderetera cantando, ¿hasta qué, hasta qué año?

Eusebia: —Hasta trece años, que me fui a Rueda.

Entrevistador 1: —¡Ah! Hasta los trece años.

Eusebia: —Exacto. Eso fue en la Nava. Luego ya, me fui a Rueda, en casa de una tía carnal, que…, que… | No sé si ustedes conocieron a don Lucio García Vicente.

Entrevistador 1: —No.

Eusebia: —Un canónigo, que fue hace muchos años.

Entrevistador 1: —No, no, no.

Eusebia: —Cantó misa en Roma y era fámulo del rector del seminario. Fue canónigo. Estuvo en las Calderonas mucho tiempo. Bueno, conocía, yo conozco varias [¿…?] Primo carnal mío es él.

Entrevistador 1: —¿Y estas canciones las suele usted cantar por aquí, por casa, con frecuencia o hace mucho que no las canta?

Eusebia: — No, yo no. Ahora no puedo cantar. Me acuerdo de las cosas, pero no puedo porque...

Entrevistador 1: —O sea, que nosotros hemos venido aquí a pedirle un esfuerzo muy grande a usted.

Eusebia: —Bueno, ¿y qué? Pues, como dijeron estos chicos que iban ustedes a venir, yo pues digo: “Venga. Aunque me esfuerce un poco”. Pero si yo… | ¿Por qué no habrá cosa pa que me quite esto?

Entrevistador 1: —¿Lo de la garganta?

Eusebia: —Claro. Se lo digo a la boticaria y dice: “Nada. Usted ya tie que morir así”.

Entrevistador 2: —¡Vaya un consuelo que la dio!

Eusebia: —Nada. Ya no tengo arreglo, ya no… | “Usted ya no tiene arreglo”.