El milagro del trigo

Audio

Clasificación

Notas

En esta vesión, se repiten los versos 7-8, 15-16, 23-24, 47-48, 55-56, 69-70.

Anotaciones musicales

Comentario musicológico

Este romance es conocido también como La huida a Egipto y La Virgen y el labrador. Trata de nuevo un tema navideño muy difundido. Por su temática y su estructura narrativa se relaciona con La Virgen y el ciego, aunque en este caso hay un interesante paralelismo entre los dos labradores, recurso típico del romancero.
En nuestro recorrido por la provincia de Córdoba hemos recogido catorce versiones que emplean siete melodías diferentes, aunque la mayoría de las versiones se concentran en dos temas melódicos. En todos los casos se emplean dos frases pues han de acomodarse a los dos tipos de versos (octosílabos y hexasílabos) que incluye el romance. Es curioso que la segunda frase es muy parecida en la mayoría de los temas melódicos que distinguimos. Junto con La Virgen y el ciego son los romances religiosos más populares.
Esta primera melodía se caracteriza por su sencillez y por un reducido ámbito. Según se desplace hacia el registro agudo o el grave, se encuadra respectivamente en el modo de do o el modo de mi.
La estructura que presenta incluye dos frases, como ya hemos señalado. La primera tiene cuatro incisos diferentes o iguales (Villaharta y Pozoblanco). La segunda frase también tiene algunas repeticiones y generalmente seis incisos por necesidades del texto (aunque cuando es necesario también se repite el último verso del texto). Sin embargo, hay diferencias que hacen que la estructura no sea la misma en todos los casos.
Por la organización de las frases en dos unidades de dos incisos podemos encuadrarlas todas ellas en el tipo VI de la clasificación de ETZION & WEICH-SHAHAK (1988).
La primera frase tiene un comienzo anacrúsico con un ascenso en arpegio o escala según los casos. Su final es femenino. La segunda frase tiene un comienzo tético en las dos primeras versiones y anacrúsico en las dos últimas. Su final es también femenino.
En cuanto al ritmo, también hay grandes diferencias puesto que las dos primeras variantes utilizan un metro binario mientras que las últimas combinan un metro ternario para la primera frase y un 3/8 para la segunda. Lo que es común en todas las variantes es un contraste entre las dos frases de modo que la segunda parece más rápida. A veces comporta un cambio de metro mientras que otras veces es suficiente un cambio en la figuración.
El estilo de esta melodía es de nuevo narrativo melódico, aunque hay otras versiones que, por su sobriedad, podríamos incluirlas en el estilo narrativo severo.

(Comentario de Luis Moreno Moreno)

Partitura
Transcriptor de la partitura

Luis Moreno Moreno

Bibliografía

IGRH: 0512

Otras versiones de "El milagro del trigo"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 4035, 4036); Álvarez Cárcamo (2019: 25.16); Atero Burgos (2003: n.º 58); Benítez Sánchez (1999: pp. 223-224); Benítez Sánchez (2000: p. 265); Díaz (2007: B.5); Fraile Gil (2010: n.º 150); Fraile Gil (2013: n.º  48); Fraile Gil (2016: n.º 281-282); Gil Muñoz (2010: n.º 26); Higueras Martínez y Aguilar González (2001: pp. 154-155); Jaén Castaño (2018: n.º 537); Majada Neila (1984: n.º 67); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 138); Moreno Moreno (2016: n.º 75-81); Pimentel García (2020: n.º 216); Piñero Ramírez (1996: n.º 57); Piñero Ramírez (2004: n.º 45); Piñero Ramírez (2013: n.º 104); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 130); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 81); Rico Beltrán (2009: n.º 71); Salazar (1999: n.º 137); Schubarth y Santamarina (1986: n.º 53); Tejerizo Robles (2007: n.º 483-485); Trapero (2000a: n.º 74, 75); Trapero (2000b: n.º 78); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 93); Trujillo Pacheco (2017: n.º 50); Vázquez León (1993: n.º 18.1, 18.2).

Contaminaciones y engarces

Congoja de la Virgen en Belén + El milagro del trigo (Trapero, 2000a: n.º 73); Dudas de san José + El milagro del trigo (Foxo, 2011: p. 114-116); La Anunciación II + Dudas de san José + A Belén llegar + El milagro del trigo (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 133); La Anunciación II + Dudas de san José + El milagro del trigo (Esteve Faubel, 1998: pp. 1183-1185; De Mur Bernad, 2015: n.º 78; Rico Beltrán, 2009: n.º 67; Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 53a1-53a3); La Anunciación II + Dudas de san José + Nochebuena II + El milagro del trigo (Hernández Fernández, 2010: n.º 19); La Anunciación II + El milagro del trigo (Moreno Moreno, 2016: n.º 75.b); La Virgen y el ciego + El milagro del trigo (Trapero, 2000b: n.º 78.15).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

ATERO BURGOS, V. (1988). El romance de La huida a Egipto en cuatro versiones gaditanas: sus variantes con otras formas hispánicas. Guiniguada, 4, 51-71.

HERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, A. (2006). El milagro del trigo: de los evangelios apócrifos al folklore y la literatura. Culturas Populares, 3. Recuperado de: El milagro del trigo: de los evangelios apócrifos al folklore y la literatura (uah.es)

MINGOTE, J. L. (1986). Iconografía y tradición oral. El milagro del campo de trigo en la huida a Egipto. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 41, 109-133.

TRAPERO, M. (1990). Los romances religiosos en la tradición oral de Canarias. Madrid: Nieva.

VERGARA, F. y FRAILE, J. M. (1984). El milagro del trigo, un tema apócrifo. Revista de Folklore, 44 (4b), 45-52.

Transcripción

La Virgen salió de Egipto     temiéndole al rey de Herodes,
y por el camino pasa     mucho frío y calores.
Al niño lo llevan     con grandes cuidados,
porque el rey de Herodes     quiere degollarlo.
Yendo por un caminito,     un labrador que allí vieron,
la Virgen le ha preguntado:     ―Labrador, ¿qué estás haciendo?
Y el labrador  dice:     ―Señora, sembrando
una poca  piedra     para  el otro año―.
Fue tanta la maldición     que el Señor le echó de piedra
que parecía un peñón     de una hermosísima sierra.
Y ese fue el castigo     que el Señor le echó
por ser mal hablado     aquel labrador.
Yendo por otro camino,     (y) otro labrador que vieron.
La Virgen le ha preguntado:     ―Labrador, ¿qué estás haciendo?
Y el labrador dice:     ―Señora, sembrando  
un poco de trigo     para el otro año,
para que otro año     cojamos cosecha.
―Pues ven mañana a segarlo     y no tengas detención
que este milagro te hace     tu buena contestación,
que este milagro te hago     a ti solo, labrador.
El labrador fue a su casa     y a su mujer le contó
todo lo que le pasaba,     todo lo que le pasó.
Y el labrador dice:     ―¡Esto no pue ser!
¡En tan poco tiempo,     sembrar y coger!
Y al otro día de mañana,     el labrador fue a la plaza
en busca de segadores,     que la siega se le pasa.
Buscó los peones     y enseguida fueron
a segar el trigo     que ya estaba bueno.
Estando segando el trigo,     ven venir dos a caballo
por una mujer y un niño     y un viejo van preguntando.
Y el labrador dice:     ―Cierto que los vi,
estando sembrando,     pasó por aquí―.
Rodearon los caballos,     dos mil reniegos echaron,
que no pudieran lograr     el de cogerlos presos
y representarlo     al rey más soberbio.

Resumen de "El milagro del trigo"

La Virgen y san José huyen de Herodes, que quiere degollar a Jesús. En el camino sufren muchas penalidades (hambre, frío, etc.). En algunas versiones, san José pide limosna a unos ganaderos que le dan pan y cordero. A continuación, se encuentran con un labrador. La Virgen le pregunta qué está sembrando y este le contesta que piedras. Como castigo por su soberbia, todo el campo se convierte en rocas. Más adelante, se encuentran con otro labrador, al que María hace la misma pregunta. Este le contesta que está sembrando trigo para el siguiente año. La Virgen, como recompensa a su amabilidad, le anuncia que al día siguiente encontrará el campo lleno de trigo. A cambio, le pide que si viene alguien preguntando por ellos, le conteste que pasaron por allí cuando se estaba sembrando el trigo. El labrador vuelve a su casa y le cuenta a su mujer el lance. Al día siguiente, reúne a varios peones y marcha a segar el trigo. Mientras siega, se acercan a él unos jinetes para interrogarle acerca del paradero de la Virgen, san José y el niño. El labrador les responde que pasaron por allí cuando estaba sembrando el trigo. Los caballeros quedan apesadumbrados por no poder localizar a Jesús, a quien tenían la intención de matar o de presentarlo a Herodes.