Hija de Maximiliana: —Porque antes la abuela, pues eso lo hacía de buena fe y ella no…

Maximiliana: —Sí, ella no le cobraba a nadie na.

Hija de Maximiliana: —No se aprovechaba de nadie.

Maximiliana: —A lo mejor le daban una, ¡alguien!, le daba una caja de galletas o…, según lo que tenían. Pero que si no, ella no… ella eso no cobraba na.

Hija de Maximiliana: —Cuando era chiquitilla, chiquitilla, yo me acuerdo de que venía gente a que la abuela los curara.

Maximiliana: —Entonces vino Fermín.

Hija de Maximiliana: —Sí, yo me acuerdo que vinieron los del molino, los de | unos que hay aquí pudientes, digamos. ¡Uy! Aquello se hizo, “¡Uy! Que la Eulalia le ha curao a Encarna la del molino el mal de ojo” , que | No, era, sí, no, la esipela, era la esipela.

Maximiliana: —Que tenía un…, tenía un grano. Le salió un grano en el… | aquí atrás. Y había ido a los médicos y to y se lo habían sajao y to, pero no se le curaba. Lo tenía mu rojo to alrededor. Y fue allí y mi madre le tuvo que desinflar. Y se le curó.