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Clasificación
Informantes
Notas
En esta versión, la informante repite los versos de acuerdo con el siguiente esquema: "Por la baranda del cielo, / por la baranda del cielo, / se pasea una madama, sí, sí, / se pasea una madama".
Anotaciones musicales
Este romance es conocido sobre todo como canción infantil y narra algunos pasajes de la vida y martirio de Santa Catalina de Alejandría (siglos III y IV), aunque las dos variantes que hemos recogido están tan mutiladas que la historia no se reconoce. Aún es más irreconocible por cuanto, como señalan Piñero y Atero, este romance suele contaminarse con el denominado Marinero al agua (Piñero y Atero 1987: 198).
La melodía con la que se canta este romance es la misma en las dos variantes ―muy fragmentarias― que hemos recogido en dos localidades de la sierra de Córdoba. Es una melodía muy simple, repetitiva y con sabor arcaizante. Se ciñe en ambos casos al ámbito de una sexta.
La estructura presenta una muy clara simetría, solo en parte suspendida gracias al brevísimo estribillo interno ("¡sí, sí!") con el que finaliza el tercer inciso:
A A B B’
a a b+e.i. b
La repetición de incisos que se corresponde con la de los hemistiquios hace que la melodía se ajuste al tipo VI de la clasificación de Etzion & Weich-Shahak (1988).
El comienzo es tético mediante la repetición reiterada de la nota inicial (la dominante). El final es femenino.
La única diferencia entre las dos variantes se encuentra en el ritmo y es solo de matiz. La subdivisión ternaria se percibe más claramente en la versión de Villanueva que hemos transcrito por ello en 6/8.
Este tema reúne varias características del estilo narrativo severo.
(Comentario de Luis Moreno Moreno)
Luis Moreno Moreno
Bibliografía
IGRH: 0126
Otras versiones de "Santa Catalina"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
MARTÍN DURÁN, A. M. (2014). El romance de "Santa Catalina" en la tradición oral moderna de Cuba y República Dominicana. Revista de Estudios Hispánicos, 1 (2), 109-126.
Transcripción
Por la baranda del cielo, se pasea una madama
vestida de azul y blanco que Catalina se llama.
―Levántate, Catalina, que Jesucristo te llama.
―¿Para qué me quiere, Jesucristo, que tan deprisa me llama?
―Voy a ajustarte las cuentas de la semana pasada…