La cabrera devota elevada al cielo

Audio

Clasificación

Notas

Notas léxicas

zagala: según observamos en el NTLLE, el lema zagala se lematiza en el primer diccionario académico: ‘llaman en los lugares a cualquiera moza doncella. Llámase también así la pastora joven’ (DA, 1726-39). Ya en el DRAE (2014) se define como ‘muchacha soltera’. Cabe destacar que, según comprobamos en el MdD, a partir del DRAE (1992) se incorpora la acepción: ‘Oriente peninsular. Niño’. La marca diatópica varía en el DRAE (2001): Esp. orient.

Anotaciones musicales

Comentario musicológico

Este romance fue recogido y publicado por Juan Menéndez Pidal en Poesía popular: Colección de los viejos romances que se cantan por los asturianos en la danza prima, esfoyazas y filandones en 1885. Desde entonces ha sido encontrado en distintas regiones peninsulares. El romance describe a una pastora que en recompensa a su devoción es llevada al cielo. Se trata de un relato claramente heredero de una tradición que se remonta a la literatura mariana medieval. Se encuentran ejemplos parecidos en las Cantigas de Santa María o en los Milagros de Nuestra Señora de Berceo.
La melodía con la que se canta la única muestra que hemos recogido de este romance está en tono mayor y se desenvuelve en el ámbito de una octava, entre las dos dominantes, quedando la tónica en el centro del registro.
Tiene una estructura simple de cuatro incisos sin repeticiones ni estribillo interno:
A  B  C  D
a  b   c  d
Aunque los cuatro incisos son rítmicamente idénticos, melódicamente son diferentes, el perfil al que más se aproximan es el del tipo I de la clasificación de Etzion & Weich-Shahak (1988), aunque el inciso final se aparte de lo previsto para ascender a la tónica.
El comienzo es tético, con repetición de la dominante inicial y el final femenino, también repitiendo la nota, en este caso la tónica.
El ritmo es homogéneo, Se mantiene el metro ternario en toda la melodía y los cuatro incisos presentan la misma fórmula rítmica.
El estilo es narrativo melódico.

(Comentario de Luis Moreno Moreno)

Partitura
Transcriptor de la partitura

Luis Moreno Moreno

Bibliografía

IGRH: 0214

Otras versiones de "La cabrera devota elevada al cielo"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 4032); Álvarez Cárcamo (2019: 18.5); Asensio García (2004: p. 125); Atero Burgos (2003: n.º 74); Díaz (2007: B.9); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: p. 165); Fraile Gil (2010: n.º 108); Fraile Gil (2016: n.º 306); Higueras Martínez y Aguilar González (2001: p. 176); Manzano Alonso (2003: pp. 323, 325, 326, 328-329); Marazuela Albornos (1981: p. 386-387); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 150); Moreno Moreno (2016: n.º 94); Pimentel García (2020: n.º 950); Piñero Ramírez (1996: n.º 72); Piñero Ramírez (2004: n.º 55); Piñero Ramírez (2013: n.º 119); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 76); Salazar (1999: n.º 173); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 86).

Contaminaciones y engarces

Los sacerdotes piadosos, la pastora y la Virgen + La cabrera devota elevada al cielo (Valenciano López de Andújar, 1994: n.º 87).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Una pastora en un bosque,     ella y su padre habitaban,
sin más refugio y amparo     que un rebaño de cabras.
Estando en el refugio un día     y cantando sus plegarias
vio bajar una nube     de la corte soberana.
En ella viene a la Virgen     toda vestida de gala,
y acercándose a la cueva:     ―Niña, ¿de quién son las cabras?
―Tuyas son, Virgen María;     tuyas son, Virgen sagrada.
―Niña, ¿qué me reconoces,     que con tanto amor me hablas?
―¡Tú eres la Virgen María,     tú eres la Virgen Sagrada!―
Y con música sonora     al cielo se la llevaba.
Y a la noche vino el padre:     ―¿Dónde estára mi zagala*?,
si la han cogido ya las fieras,     la tendrán ya degollada―.
Se oye una voz dulce y tierna:     ―Aquí tiene usted las cabras,
que la pastora está en el cielo     Dios la tendrá bien guardada.

Resumen de "La cabrera devota elevada al cielo"

Una cabrera devota se encuentra rezando el rosario mientras guarda el ganado. De repente, se le aparecen tres damas, que bajan de una nube. Una de ellas le pregunta quién es el dueño de las cabras. La muchacha reconoce a la Virgen y le dice que son suyas. María le pregunta si quiere ir con ella al cielo, pero la cabrera teme por las cabras. La Virgen la tranquiliza asegurándole que ellas mismas se guardarán en el corral. Por la noche, regresa el padre a casa y, angustiado porque no ve a su hija, se postra ante un crucifijo. Una voz le asegura que su hija está en el cielo y que las cabras se encuentran encerradas en el corral. En otras versiones, una cabrera está guardando el ganado cuando se desencadena una fuerte tormenta. Las cabras salen huyendo y la muchacha las busca desconsolada mientras reza un rosario. Las encuentra en un verde valle. Al poco, se le aparecen José, María y Jesús. San José le pregunta a la niña qué hace tan sola y ella lo reconoce. Jesús le propone subir al cielo y ella acepta, pero teme por las cabras. San José las reúne y se las lleva a su padre, a quien informa de que su hija está en el cielo, donde también existe un lugar reservado para él. En algunas versiones, el padre sale a buscar las cabras. Se encuentra con un hombre al que le pregunta por el paradero de las mismas. Cuando le responde que la zagala está en el cielo, la maldice. Como castigo, pierde su puesto en el cielo.