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Notas
En la versión cantada se añade “maramamiau, miau, miau” tras los versos pares y se vuelve a repetir el verso par, según el siguiente esquema: “Estando el señor don Gato / sentadito en su tejado, / maramamiau, miau, miau, / sentadito en su tejado”.
rabona: según comprobamos en el NTLLE, esta voz se recoge desde el primer diccionario monolingüe del español: ‘el animal que le han cortado la cola, como mula rabona’ (Tesoro de la lengua castellana o española, 1611, de Covarrubias). En la última edición del diccionario académico encontramos la siguiente definición: ‘dicho de un animal: Que tiene el rabo más corto que lo ordinario en su especie, o que no lo tiene’ (DRAE, 2014). También el DEA (1999) recoge esta acepción. Este significado también se incluye como andalucismo en el TLHA.
(Nota léxica de Marta Torres Martínez)
Bibliografía
IGRH: 0144
Otras versiones de "Don gato"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
DÍAZ ROIG, M. (1986). Estudios y notas sobre el Romancero. México D.F.: El Colegio de México.
DÍAZ-MAS, P. (1977). Poesía luctuosa judeo-española [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid.
DÖLZ, H. y BLACKBURN, I. (1977). Temática y técnicas romancescas en la poesía infantil chilena. Folklore Americano, 23, 69-87.
GARCÍA DE DIEGO, P. (1948). El testamento del gato. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 4, 306-307.
LÓPEZ GARCÍA, N. J. y MOYA MARTÍNEZ, M.ª V. (2018). El romance de «El señor don gato»: versiones y variantes en los cancioneros de Castilla-La Mancha. Revista de Estudios del Campo de Montiel, 2, 325-344.
PÉREZ DE CASTRO, J. L. (1953). El testamento del gato y una canción de corro en Figueras (Asturias). Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 9, 350-357.
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Transcripción
Estando el señor don Gato sentadito en su tejado,
ha llegado la gata rabona*; que si quiere ser casado
con una gata rabona que anda por los tejados.
El gato por ir a verla ha caído del tejado,
s´ha roto una rodilla, la columna y el rabo.
Ya lo llevan a enterrar por la calle del pescao.
Al olor de las sardinas el gato ha resucitado.
Con razón dice la gente “Siete vidas tiene un gato”.