Dudas de san José + La posada

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0427r

Informantes

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Notas

Aclaraciones léxicas:

concide: así en el archivo sonoro.

mensonero: así en el archivo sonoro.

Bibliografía

IGRH: 2693 + 0000

Esta versión de "Los celos de San José" guarda correspondencias con el tema "Desposorios y celos de San José" (IGRH: 0777). Remitimos a los textos recopilados por Trapero (2003: n.º 46 y 47).

Otras versiones de "Dudas de San José"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 4072); Alonso Fernández y Cruz Casado (2003: n.º 29); Atero Burgos (2003: n.º 48); Benítez Sánchez (2000: pp. 162-164); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 83-90); Fraile Gil (2010: n.º 145); Fraile Gil (2016: n.º 257); Moreno Moreno (2016: n.º 70); Pimentel García (2020: n.º 213); Piñero Ramírez (1996: n.º 47); Piñero Ramírez (2013: n.º 99); Trapero (2003: n.º 46, 47).

Contaminaciones y engarces

Dudas de san José + El milagro del trigo (Foxo, 2011: p. 114-116); Dudas de san José + La posada (CLO, 0427r); La Anunciación I + Dudas de san José (Fraile Gil, 2016: n.º 255); La Anunciación II + Dudas de san José (Benítez Sánchez, 1999: pp. 247-248; Benítez Sánchez, 2000: p. 162; CLO, 0339r, 0344r, 0340r, 0341r, 0925r, 1561r; Fraile Gil, 2016: n.º 256; Higueras Martínez y Aguilar González, 2001: p. 156; Moreno Moreno, 2016: n.º 67-69, 71; Tejerizo Robles, 2007: n.º 474- 477; Trujillo Pacheco, 2017: n.º 40, 42); La Anunciación II + Dudas de san José + A Belén llegar + El milagro del trigo (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 133);La Anunciación II + Dudas de san José + El milagro del trigo (Esteve Faubel, 1998: pp. 1183-1185; De Mur Bernad, 2015: n.º 78; Rico Beltrán, 2009: n.º 67; Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 53a1-53a3); La Anunciación II + Dudas de san José + La posada (CLO, 1458r, 1577r); La Anunciación II + Dudas de san José + Nochebuena II + El milagro del trigo (Hernández Fernández, 2010: n.º 19); La profecía del Nacimiento + Dudas de san José (Álvarez Cárcamo, 2019: n.º 25.1).

Otras versiones de "La posada"

Fraile Gil (2016: n.º 259); Pimentel García (2020: n.º 230).

Contaminaciones y engarces

Dudas de san José + La posada (CLO, 0427r); La Anunciación II + Dudas de san José + La posada (CLO, 1458r, 1577r); La posada + El castillo de la Virgen (CLO, 0620r).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

LÓPEZ ESTRADA, F. (1988). ‘Los celos de San José’ en el cancionero folklórico de Antequera. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 43, 345-357.

TRAPERO, M. (1990). Los romances religiosos de Canarias: un devocionario en verso. Biblioteca Universitaria ULPGC.

TRAPERO, M. (1990). Los romances religiosos en la tradición oral de Canarias. Madrid: Nieva.

VALLADARES REGUERO, A. (2014). Los Celos de San José: de Mira de Amescua a Cristóbal de Monroy. Biblioteca Virtual Cervantes. Recuperado de http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmchb0x0.

Transcripción

San José vio que a la Virgen     el vientre se le aumentaba
y empezó a tomarle celos     sin saber lo que pasaba.
San José decía:     —¡Dios mío! ¿Qué es esto?
Mi esposa ha faltado     a nuestro juramento—.
San José le dice a la Virgen:     —Me voy a tener que ir,
que no quiero que la gente     hable mal de ti y de mí.
Como me has faltado,     esposa querida,
me voy a un desierto     a pasar la vida—.
San José coge la ropa,     se marcha de la ciudad
y oye una voz que le dice:     “Dime, José, dónde vas”.
Al sentir la voz,     se quedó parado
y vido que un ángel     se le puso al lado:
—José, desecha esos celos     que de María has tomado,
que ella está pura y sin mancha     y concide* en tu pecado.
Tú has sido elegida     por el padre eterno
para ser la madre     del rey de los cielos.
—Muchas gracias, ángel mío,     por el consejo que me has dado.
Voy a pedirle a la Virgen     perdón por lo que ha pasado—.  
Al entrar en su casa     fue y se arrodilló,
y a la Virgen pura     perdón le pidió:
—Perdóname, reina     entre las mujeres,
y bendito el fruto     que en tu vientre tienes.
—¿Sabes por qué no te dije,     José, lo que me pasaba?
El ángel me reveló     que el secreto lo guardara,
y ese mismo ángel     te lo ha revelado;  
y de mí no dudes,     que estás perdonado—.
San José y la Virgen pura     se marchan de la ciudad.
De la escarcha que caía,     no los dejaban andar.
—Vamos a llamar     en esta posada;
te calentarás,     que vienes helada.
Abre, mesonero, abre.     Abre, mesonero mío,
que traigo a mi esposa aquí     y viene helada de frío—.
Dice el mensonero*:     —No se puede abrir
que hace mucho frío      ¿Para qué salir?
—Bueno, mesonero,     quédate con Dios
y que Dios te premie     tu mal corazón—.
Se acordó el mesonero     que le tenía que echar
a la mula de comer     para ir a otro día a arar.
Al echarse al suelo,     la luz se apagó
y se dio un porrazo     que se escalabró.
Como Dios le dio a entender,      la luz de nuevo encendió
y a la entrada de la cuadra     la mula una coz le dio.
Salió dando gritos     tan acelerado
que pisó los perros;     le tiran un bocado.
Notó la mesonera     que a su puerta habían llamado,
y al bajar las escaleras     se lo encuentra ensangrentado:
—Dios t´ha castigado      malos pensamientos,
 qu´ha llamao la Virgen     y no l´has abierto—.
Un poquito más arriba,     llegó san José y llamó.
Sin preguntar ni quién era,     el amo la puerta abrió:
—Entren para adentro,     qu´hace mucho frío;
se calentarán,     que hay lumbre encendía—.
San José y la Virgen pura     con gusto se calentaban,
y otro día de mañana     estas palabras le hablaban:
—Bueno, mesonero,     quédate con Dios
y que Dios te premie     tu buen corazón.
Siempre el padre eterno     te tendrá en cuidado
para que socorras     a los desamparados—.
San José y la Virgen pura     se marchan para Belén.
—¡Jesús, qué cansada voy!—     dice María a José.
San José le dice:     —Cerca está el portal;
pronto llegaremos     y te calentarás—.
Ya llegarón al portal,     la Virgen helada estaba;
san José salió a por leña     pa ver si la calentaba.
Y cuando llegó,     se halló el patriarca
a un niño muy tierno     metido entre pajas.

Resumen de "Dudas de san José"

San José observa que a su esposa le crece el vientre y entiende que ha sido traicionado. Decide huir de las habladurías marchándose al desierto. En mitad del camino, se le aparece un ángel que le pide que vuelva con su esposa, pues ha sido escogida por Dios para ser la madre del Mesías. José comprende su error, vuelve a su casa e implora el perdón de María. Esta se lo concede y le explica que no le había revelado antes la verdad porque Gabriel le pidió que mantuviera el secreto hasta que el niño naciera. Los dos se reconcilian y esperan el nacimiento de Jesús con anhelo. En otras versiones, la Virgen está barriendo cuando san José repara en el abultamiento de su vientre. Él la acusa de haberle sido infiel, pero María asegura que no está embarazada porque ha respetado el voto de castidad que habían hecho los dos. San José prepara el equipaje para marcharse de casa, pero cae en un profundo sueño, en el que un ángel le revela que María ha sido la elegida para ser la madre de Dios. José levanta del sueño y le pide perdón a su esposa.

Resumen de "La posada"

La Virgen y san José caminan hacia Belén cuando son sorprendidos por una nevada. Tocan a la puerta de una posada, pero el mesonero se niega a acogerlos. Poco después, el posadero recibe su castigo: cuando este se dispone a alimentar a sus bestias, se le apaga la luz y se cae. Después, una mula lo cocea y sus perros le muerden. Su mujer, que lo encuentra herido, le recrimina por sus actos y le explica que ha sido castigo divino. Mientras tanto, la Virgen y san José se acercan a otra posada, donde son recibidos con amabilidad. Al día siguiente, se encaminan hacia el portal. Como la Virgen asegura que tiene mucho frío, san José sale a por leña. Al volver, la Virgen ya ha alumbrado a Jesús.