El trabajo agrícola durante la posguerra

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0451n

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Notas

Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del MINECO “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P).

Agradecemos la valiosa colaboración de Rosa Crespo Moreno, responsable del Centro de Adultos de Santo Tomé (Jaén), y de Jovita Rodríguez Bautista, coordinadora de Centros de Adultos de la comarca de la Sierra de Cazorla.

Transcripción

O sea, que esto no es na más que esclavitud de la vida. Que llegaba por las tardes las seis, las siete de la tarde —que a mí no me da vergüenza decirlo, ¿sabes?, te lo voy a decir—, y claro, le da a uno hambre como si eres un zagal, ¿no?, te da hambre. Y mira lo que tendríamos entonces, que a mí no me se olvida jamás en la vida, porque yo de lo de antes me acuerdo de to perfectamente, me decía mi padre:

—Hijo, mira, ahí tengo un coscorroncillo de pan —dice— y, si quieres, sube alante allí a las carrascas que hay y allí te buscas cuatro o cinco billotillas y te comes un coscorrón de pan—.

¿Qué habría en las casas, eh? Tú date cuenta lo que habría en las casas, que eso era, ¡buah, buah, buah, buah!, una esclavitud to, to.

¡Buah, madre mía de mi alma! Y bajar de la Loma andando aquí a las Hirijuelas, hombres y mujeres y zagales, ¿sabes?, andando cinco kilómetros que hay de aquí a la Loma, y otros tres o cuatro que hay de aquí a las Hirijuelas. Pasábamos por Tomé y las luces estaban das, eso por la mañana. Y subíamos p’arriba y las luces das. Ahora tira a la Loma y te andas otros seis kilómetros. Y la más gracia, to el día ahí en la Vega escavando algodón, escavándome…, y con una sardina tuerta o unas papas fritas y cuatro pimientos fritos, y el agua de la canaleta, no te creas que, que aquello era moco de pavo. Esa era la vida, ¡madre mía de mi alma!, casi na. Un desastre era la vida.