[Isabel]: Que hay encantás. Y decían que salían con… unos pelos lar- | un pelo así. Una mi abuela decía que salía los siete y cogían oro tras la encantada aquella. Y en varios sitios, que había así, que no sé qué día salían.

[Otra informante]: Sí, ahí, ahí en las fuentecillas había un roto y decían que salía una encantá. Salía la madrugá.

[Isabel]: Sí, sí, sí, y luego que las brujas volaban, que las brujas volaban. Y mi madre decía que ella las había escuchao. Y hay un vecino mío que sí, que las había escuchao de noche. Pues yo eso, mi hijo se lo he contao yo y él dice que no puede ser, que eso que eran, que se to- | eran | que se tomaban estramonio de ese y que eso era alucinante. Dice:

—Eso es lo que les pasaba a ellos, que ellos no sabían y utilizaban aquello —dice— y eso es lo que les pasaba, las alucinaciones aquellas que tenían. Pero que no puede volar una bruja—.

Pero aquello me lo contaban allí | se lo contaban a mis hijos cuando eran pequeños Manuel y Dolores, y aquello que de verdad ellos se lo contaban como si es que fuera verdad, y el hombre ya que lo había escuchao.