Las estrellitas del cielo

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0504c

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Notas

En esta versión, después de las estrofas 1-4 y 11-12, se canta el siguiente estribillo "Amor, amor, / tú tienes que ser / la prenda querida / de to mi querer, / de to mi querer / de to mi querer, / amor, amor, / tú tienes que ser". Por otra parte, se repite el primer verso de las estrofas 2-5 y 9, el cuarto de la sexta y el quinto de la octava.

Bibliografía

Esta versión fue incluida previamente en Gómez Garrido (2014, n.º 106, dentro del apartado "2. Canciones de tema amoroso").

Transcripción

Las estrellitas del cielo
las cuento y no están cabales;
faltan la tuya y la mía,
que son las más principales.

Dentro de mi pecho tengo
dos escaleras de vidrio:
por una sube el amor,
por otra baja el cariño,
por una sube el amor,
por otra baja el cariño.

Despierta, calandria hermosa,
que a tu puerta hay un jilguero,
en tu ventana una rosa,
y en tu pecho un prisionero,
en tu ventana una rosa,
y en tu pecho un prisionero.

Ojos verdes son traidores
y azules son hechiceros,
y un poquito acastañados
son firmes y verdaderos.

Cómo quieres que te quiera,
y que te tenga primor,
si otro pajarillo canta
dentro de mi corazón,
si otro pajarillo canta
dentro de mi corazón.

Por tres perras chicas
te voy a comprar
dos varas de tela
para un delantal,
para un batiné,
hechito a la moda,
que te vaya bien.

El amor y el interés
tuvieron batalla un día,
pudo más el interés
que el amor que en mí tenía.

Anoche, a la una,
mañana, a las dos,
me riñe mi madre
con mucha razón,
con mucha razón,
anoche, a la una,
mañana, a las dos.

Dentro de mi pecho tengo
dos escaleras de vidrio:
por una sube el amor,
por otra baja el cariño,
por una sube el amor,
por otra baja el cariño.

Cómo quieres, niña,
que te vaya a ver,
si vengo de arar
al anochecer.
Mientras que ceno
y arreglo el ganao,
cuando voy a verte,
ya te has acostao.
Pego a la ventana,
no quieres abrir,
¡cuántos malos ratos
paso yo por ti!

Despierta, calandria hermosa,
que a tu puerta hay un jilguero,
en tu ventana una rosa,
y en tu pecho un prisionero,
en tu ventana una rosa,
y en tu pecho un prisionero.

La vara de San José
todos los años florece,
la vara de San José
todos los años florece.
Las palabras de los hombres
las dicen y no parecen,
las palabras de los hombres
las dicen y no parecen.