Rosita encarnada

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0505r

Informantes

Bibliografía

Publicadas las variantes a la versión de Eloísa Anaya en Anaya Flores (1986: p. 92).

IGRH: 5019.9

Otras versiones de "Rosita encarnada"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3913); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 23); Atero Burgos (2003: n.º 183); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 113); Benítez Sánchez (1999: p. 295); Cid (1974: n.º 33); Díaz (2007: E.13); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 183-184); Heredia Menchero (2017: n.º 1007); Jaén Castaño (2018: n.º 527, 528); Majada Neila (1984: n.º 92); Manzano Alonso (2003: pp. 642-645); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 172); Moreno Moreno (2016: n.º 157); Pimentel García (2020: n.º 807); Tejerizo Robles (2007: n.º 408-409); Tomé Fernández (2009: p. 354).

Contaminaciones y engarces

El moribundo + Rosita encarnada (Pérez Rivera, 2015: n.º 296).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

—Ya venimos de la guerra de África,     porque todo lo trae el amor;
ya venimos de la guerra de África,     porque todo lo trae la ilusión.
/……………………………/    /……………………………/.
Y ahora vengo a casarme contigo,     y ahora vuelvo y te encuentro casada.
Dame un beso, Rosita Encarnada,     dame un beso de esos del amor
que en tu pecho ha grabado otro hombre     y en tus labios quiero besar yo.
Ese beso que yo a ti te pido     ahora y siempre tú me lo has de dar,
y si no con mi mano derecha      en tu cuerpo clavaré un puñal.
—Si tú tienes puñal de dos filos     que mi cuerpo pueda traspasar,
matarás una inocente criatura     que dentro mi cuerpo estará.
—Yo no mato inocente criatura     porque inocentes nos ha echao Dios al mundo;
pero cuando salga de ahí     a ti sola te daré la muerte—.
A los tres días tuvo una niña     más hermosa que los rayos del sol,
y de nombre la ponen Rosita,     Rosita que su madre mandó.
A los nueve días Rosita fue a misa,     y en la plaza se le presentó:
—Buenos días, Rosita Encarnada,      ahora vengo a lograr mi intención.
¿No te acuerdas del pañuelo grana     que de novio yo te regalé?
Dámelo, si tú no lo has rompido,     dámelo y  yo lo romperé.
—Sí me acuerdo del pañuelo grana     y de varios regalos que hiciste;
y de aquel costurero de plata     que con él el retrato me diste.
¡Ay, por Dios, por Dios, no me mates,      ay, por Dios, tener compasión!—
Y sacando el puñal de dos filos      en su cuerpo se lo traspasó.
Y de pronto llega ese hombre:
—Dime, dime, Rosita Encarnada,     dime, dime quién te asesinó.
—Me ha asesinado ese hombre,     ese hombre no le quiero yo.
Y me ha asesinado ese hombre     que de novios le juré el amor.— 
Esa carta que yo dejo escrita     se la dejo a la moza soltera;
¡ay, no jures, no jures, no jures,     ay, no jures amor que no quieras!
Corran, corran, corran las cortinas,     que a Rosita ya la pueden ver,
y al ver a Rosita caída     a los pies del soldado cruel.
Esa carta que yo dejo escrita     se la dejo a la moza soltera;
¡ay, no jures, no jures, no jures;     ay, no jures amor que no quieras!
 

Resumen de "Rosita encarnada"

Rosita Encarnada es novia de un muchacho al que reclutan como soldado para la guerra de África. Cuando este vuelve, la encuentra casada con otro, aunque ella asegura que fue en contra de su voluntad. Él le pide un beso, que ella le niega, y la amenaza de muerte. Rosita le pide que espere hasta que dé a luz, pues, de lo contrario, matará a una criatura inocente. Una vez nacida la niña, el muchacho va en su busca y la apuñala. En algunas versiones se incluye una advertencia a las mozas solteras para que no se entreguen a quien no quieran.