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Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante lo titula Camina para la Mancha, caminaba un buen arriero y asegura que se cantaba en Navidad para pedir el aguinaldo.
Se repiten los versos 4, 6, 8, 13, 16, 18 y 20.
Bibliografía
IGRH: 0134
Publicada en Anaya Flores (1986: pp. 81-82; 1999: pp. 74-75; música p. 164; origen y peculiaridades p. 211; 2016: p. 150)
Otras versiones de "El mozo arriero y los siete ladrones"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Estudios
PEDROSA BARTOLOMÉ, J. M. (2016). La guerra de los bandoleros contra los arrieros, o el romancero de bandidos: entre la noticia y el mito. Artifara: Revista de Lenguas y Literaturas Ibéricas y Latinoamericanas, 16, 89-113. https://doi.org/10.13135/1594-378X/1379
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Transcripción
Camina para la Mancha, caminaba un pobre arriero:
buena manta, buena mula, buena bolsa de dinero.
Siete mulas arreaba, ocho con el delantero,
nueve se podían llamar con la de la silla y freno.
A la mitad del camino siete pillos le salieron.
—¿Dónde camina el buen mozo, dónde camina el arriero?
—Camino para la Mancha sobre un encargo que llevo.
—A la Mancha iremos todos, como buenos compañeros—.
Al llegar a Piedrabuena, a la posada de Alejo:
—Echa vino, montañés, echa vino, tabernero,
que lo pagará el buen mozo, el buen mozo es el arriero.
—Sí, señora, que lo pago, que tengo mucho dinero,
que tengo más redoblones que estrellitas en el cielo—.
El primer vaso que echaron se le dan al pobre arriero:
—Eso no lo bebo yo, que es un vaso de veneno;
que lo beba el rey de España, que está bien sano y bien bueno—.
Al oír estas palabras, siete sables relucieron;
el buen mozo sacó el suyo, que era de un brillante acero.
En la primera estocada, siete cayeron al suelo,
y los tres que se quedaron sus patitas les valieron.