Rosita la cigarrera

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0515r

Informantes

Notas

La informante lo titula En el jardín del relleno y asegura que lo cantaba cuando era niña mientras jugaba.

Bibliografía

IGRH: 0000

Publicada  en Anaya Flores (1986: pp. 107-108; música p. 168) y Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 140-141; música p. 198; procedencia y peculiaridades p. 215).

Otras versiones de "Rosita la cigarrera"

Alcalá Ortiz (2006: pp. 22-23); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 79); Atero Burgos (2003: n.º 343); Foxo (2011: p. 57); Jaén Castaño (2018: n.º 538); Manzano Alonso (2003: pp. 665-668); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 252); Moreno Moreno (2016: n.º 214); Pérez Rivera (2015: n.º 297); Pimentel García (2020: n.º 999); Rico Beltrán (2009: n.º 98); Tejerizo Robles (2007: n.º 471).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En el jardín del relleno,     debajo de una palmera,
está cogiendo la sombra     Rosina la cantinera.
Timoteo el barrendero,     que al otro lado se hallaba,
se dirige hacia la joven     por ver si la conquistaba.
Al ver que la conocía,     (y) al pie de ella se sentó
y con palabritas dulces     un amor la declaró:
—Rosina primaverana,     yo no me hallo sin ti;
si no estás enamorada,     enamórate de mí.—
Y Rosina le contesta     con la sonrisa en los labios:
—Yo no me quiero echar  novio     (y) hasta cumplir veinte años.
—No creo que tanto tiempo     tú te halles sin tener novio;
tienes las piernas muy gordas     y te piden matrimonio.
—Si alguna vez me le echo,     no ha de ser un barrendero;
y ha de ser más incumbrado,     porque si no no le quiero.
—¿Quieres un marqués, Rosina?     Muy a lo alto te vas.
Tú eres de cabeza loca,     no sé si te casarás.
—¿Cómo quieres, Timoteo,     que yo me quede soltera?
Tengo un jardín muy precioso,     no faltará quien lo quiera.
—Ese jardín que tú tienes     suele tener muchos nombres;
a veces suele llamarse     la perdición de los hombres.
—La perdición es la tuya     que sabes que no te quiero;
en un jardín tan hermoso     no recrea un barrendero.—
Por ponerse tan soberbia     Rosina la cantinera,
ya cumplió treinta y dos años     y aún se hallaba soltera.
No tiene padre ni madre,     ni cariño ni dinero;
a todas horas llorando:     —¡Quién pillara un barrendero!—
Mocitas que habéis oído     (y) esta copla verdadera,
no dejaréis de querer    y de amar a quien os quiera.

Resumen de "Rosita la cigarrera"

Una joven es requerida por un barrendero. Ella lo rechaza por su oficio y porque considera que es demasiado joven para contraer matrimonio. Al final, llega a los treinta años soltera, sola y suspirando por encontrar a un barrendero. El narrador aconseja a las jóvenes que correspondan a sus pretendientes.