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Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante lo titula En el jardín del relleno y asegura que lo cantaba cuando era niña mientras jugaba.
Bibliografía
IGRH: 0000
Publicada en Anaya Flores (1986: pp. 107-108; música p. 168) y Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 140-141; música p. 198; procedencia y peculiaridades p. 215).
Otras versiones de "Rosita la cigarrera"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
En el jardín del relleno, debajo de una palmera,
está cogiendo la sombra Rosina la cantinera.
Timoteo el barrendero, que al otro lado se hallaba,
se dirige hacia la joven por ver si la conquistaba.
Al ver que la conocía, (y) al pie de ella se sentó
y con palabritas dulces un amor la declaró:
—Rosina primaverana, yo no me hallo sin ti;
si no estás enamorada, enamórate de mí.—
Y Rosina le contesta con la sonrisa en los labios:
—Yo no me quiero echar novio (y) hasta cumplir veinte años.
—No creo que tanto tiempo tú te halles sin tener novio;
tienes las piernas muy gordas y te piden matrimonio.
—Si alguna vez me le echo, no ha de ser un barrendero;
y ha de ser más incumbrado, porque si no no le quiero.
—¿Quieres un marqués, Rosina? Muy a lo alto te vas.
Tú eres de cabeza loca, no sé si te casarás.
—¿Cómo quieres, Timoteo, que yo me quede soltera?
Tengo un jardín muy precioso, no faltará quien lo quiera.
—Ese jardín que tú tienes suele tener muchos nombres;
a veces suele llamarse la perdición de los hombres.
—La perdición es la tuya que sabes que no te quiero;
en un jardín tan hermoso no recrea un barrendero.—
Por ponerse tan soberbia Rosina la cantinera,
ya cumplió treinta y dos años y aún se hallaba soltera.
No tiene padre ni madre, ni cariño ni dinero;
a todas horas llorando: —¡Quién pillara un barrendero!—
Mocitas que habéis oído (y) esta copla verdadera,
no dejaréis de querer y de amar a quien os quiera.