Audio
Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
En la versión cantada se repiten los dos últimos versos de cada agrupamiento de ocho, según el siguiente esquema: “José le dice a María: / —Que vamos a caminar, / ve preparando la cesta / que en el brazo has de llevar / para echar los chavos / si nos dan limosna / por esos caminos, / pobrecilla aurora, / por esos caminos, / pobrecilla aurora—”.
Las informantes manifiestan que esta composición se interpreta durante Navidad.
Agradecemos la valiosa ayuda de Fuensanta Aranda Gómez, quien nos puso en contacto con los informantes para la realización de esta entrevista.
zamarrón: aunque, según comprobamos en el NTLLE, zamarrón se registra desde el primer diccionario académico: ‘aum. El zamarro o zamarra grande y tosca’ (DA, 1726-39), observamos que en el DRAE (2014) se marca como andalucismo y se define como: ‘And. Mandil de lona o de cuero, con peto, que usan los segadores’. Esta acepción se registra a partir del DRAE (1936). En el TLHA se recoge con el significado de ‘mandil de lona o de cuero, con peto, que usan los segadores’ y se localiza en Valdepeñas de Jaén, además de en otras localidades de las provincias de Almería, Granada y Jaén.
(Nota léxica de Marta Torres Martínez)
Bibliografía
IGRH: 0512
Otras versiones de "El milagro del trigo"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
ATERO BURGOS, V. (1988). El romance de La huida a Egipto en cuatro versiones gaditanas: sus variantes con otras formas hispánicas. Guiniguada, 4, 51-71.
HERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, A. (2006). El milagro del trigo: de los evangelios apócrifos al folklore y la literatura. Culturas Populares, 3. Recuperado de: El milagro del trigo: de los evangelios apócrifos al folklore y la literatura (uah.es)
MINGOTE, J. L. (1986). Iconografía y tradición oral. El milagro del campo de trigo en la huida a Egipto. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 41, 109-133.
TRAPERO, M. (1990). Los romances religiosos en la tradición oral de Canarias. Madrid: Nieva.
VERGARA, F. y FRAILE, J. M. (1984). El milagro del trigo, un tema apócrifo. Revista de Folklore, 44 (4b), 45-52.
¶
Transcripción
José le dice a María: —Que vamos a caminar,
ve preparando la cesta que en el brazo has de llevar
para echar los chavos si nos dan limosna
por esos caminos, pobrecilla aurora—.
Un poco más adelante con un labrador se encuentra
y le pregunta la Virgen: —¿Labrador, qué es lo que siembras?
—Aquí estoy sembrando unas pocas piedras.
—Pues si piedras siembras, piedras se te vuelvan—.
Fue tanta la multitud que el Señor le dio de piedras
que se le puso la haza que parecía una sierra.
Ese fue el castigo que Dios le mandó
por ser embustero aquel labrador.
Un poco más adelante otro labrador se encuentra
y le pregunta la Virgen: —¿Labrador, qué es lo que siembras?
—Aquí estoy sembrando un poquito trigo
para que a otro año salga florecido.
—Pues ve mañana a segarlo sin ninguna detención,
que este milagro lo hace el divino Redentor—.
Se marchó a la plaza, juntó los peones
pa segar el trigo con sus zamarrones*.
Estando segando el trigo cuatro hombres a caballo
por una mujer y un niño y un viejo van preguntando.
El labrador dice: —Cierto que los vi
estando sembrando pasan por aquí—.
Rodearon los caballos echando mil insolencias
de ver que no habían logrado el mal intento que llevan.
El intento era de cogerlos presos,
degollar al niño y irse tan contentos.