El Cadejo hace que los caminantes yerren su rumbo

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0541n

Informantes

Recopiladores

Transcripción

Dice que es un perro blanco. Donde yo me crie, en mi, en mi, en mi caserío, salía, ¿eh?, a varia gente le salía y se perdía el camino. Nosotros..., yo me acuerdo que una vez teníamos una fiesta con un profesor, bueno, era mi único profesor, daba clase a los seis grados, y…, y él tenía, pues a sus alumnos preferidos ―uno era yo y el, el otro era uno que se llamaba Misael, me acuerdo yo―, y dábamos unas fiestas. Pero allá hay que caminar caminando porque no hay | no había camino para ir con | en bicicleta, ni peor en coche. Y nos fuimos, y pues como a la una dijo el profesor: “¡Vamos!”, dijo, pues nos vinimos. Y, y esa vez nos perdimos, ¡fu!, nos dimos una perdida, y el otro que andaba con nosotros, Misael, era, como decimos nosotros, chane, conocía muy bien todo ese sitio, pero no, nos perdimos y fuimos a amanecer, ¡puf!, pues lejos de para donde íbamos. Y, claro, después nos dijo este, que era el que había visto el, el perrito blanco ―nosotros no lo vimos, pero él sí―, y…, y claro ya caímos que por qué nos habíamos perdido, porque él mismo lo decía, que se pierde el camino, el Cade-, el Cadejo.