En la estación de Alicante

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0542r

Informantes

Bibliografía

IGRH: 5012

Publicado en Anaya Flores (1986: pp. 186-188; música p. 195).

Otras versiones de "En la estación de Alicante"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3904); Alcalá Ortiz (2006: pp. 58-60); Alguacil González (2012: pp. 60-61); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 55); Atero Burgos (2003: n.º 273); Benítez Sánchez (2000: p. 255); Checa Beltrán (2005: n.º 44); Díaz (2007: F.26); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 91-93); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: pp. 163-164); Manzano Alonso (2003: 507-509); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 248); Moreno Moreno (2016: n.º 190-193); Pimentel García (2020: n.º 615); Tejerizo Robles (2007: n.º 425); Trapero (2000a: n.º 193); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 182).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En la estación de Alicante     a un tren subió un militar,
en un coche de segunda,     que para su casa va.
Al ir a tomar asiento,     el joven queda mirando
a una señora muy guapa     que llevaba un niño en los brazos.
La señora le pregunta     que si se va de permiso;
y el militar la contesta:     ―No, señora, voy cumplido.―
La señora se conmueve     y le dice muy risueña:
―Si no tiene inconveniente,     y quiere darme sus señas.
―Señora, soy de Almadén,     me llamo José Jiménez,
vivo en la calle Mayor,     número cuarenta y nueve.―
La señora se conmueve,     le dice con mucha gracia:
―¿Si quiere cogerme el niño,     mientras bajo a beber agua?―
Pasaron cuatro estaciones,     la señora no volvió;
y el militar con el niño:     ―Ahora ¿qué voy a hacer yo?―
El militar coge al niño:     ―Hijo, tu madre no vuelve.―
Pero ve que en una mano     lleva colgada una llave.
Le coge la llave al niño,     coge y abre la maleta
y envuelto en unos papeles     llevaba cien mil pesetas.
Y en un papel que decía:     "Procura al niño criarlo,
y, si no tiene bastante,      publíquelo en el diario".
Este llegó a su destino     donde  todos lo esperaban,
y al verlo con aquel niño     la novia le preguntaba:
―Dime de quién es el niño,     tú me tienes engañada.―
Y de la estación a casa     le contó lo que pasaba.
Preparan para la boda     y enseguida se casaron,
y al pobrecito del niño     a biberón lo criaron.
Este ya fue mayorcito,     lo meten en un taller
pa que aprendiera de chófer,     que eran los deseos de él.
Este ya ha tenido tiempo,     marcha para Barcelona
a colocarse de chófer      con una noble señora.
Hasta que un día la señora     lo ha llamado a su despacho:
―Perdona mi atrevimiento     y mira cómo te hablo:
si te casaras conmigo,     todo sería para ti,
para ti y para tus padres,     todos viviríais feliz.
―Señora, padre no tengo.     ―Entonces no tienes madre,
―Señora, madre tendré,     pero buena no será,
cuando de niño pequeño     me ha entregado  a un militar.
―Hijo de mi alma querida,     hijo de mi corazón,
dame un beso y un abrazo,     tu madre propia soy yo.―
Aquí termina la historia     escrita por militares,
que ponen el corazón     en las líneas que usted sabe.

Resumen de "En la estación de Alicante"

Una señora muy guapa que lleva a un niño en brazos comparte vagón con un militar que regresa a casa. Esta le pide que coja a la criatura en brazos mientras baja a beber agua. Pasado un tiempo, el militar sospecha que la madre no va a volver, así que decide revisar una maleta que hay al lado del niño. La abre y descubre que contiene diez mil pesetas y una carta en la que se ruega que críen al niño. Su novia y él deciden adoptarlo. Cuando crece, se marcha a servir como chófer a una casa importante. La señora le propone matrimonio, prometiéndole todo su capital. Él acepta y, cuando ella le pide las señas, descubre que es su hijo y le explica que lo abandonó para no manchar la honra de su familia.