Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
0554r
Categoría:
Colección:
Colección de Jerónimo Anaya Flores
Informantes
Recopiladores
Notas
Las informante indica que esta canción se cantaba jugando al corro.
Repite el v. 2; v. 4a, luego canta el v. 4b y repite todo el v. 4; v. 8; v. 9a; v. 11; v. 15a (al repetirlo: "el cuerpo le hizo tasajos"); v. 17 (la primera vez que lo canta: "Aquí tie"); y v. 18a.
Bibliografía
IGRH: 0096
Versión publicada en Anaya Flores (1986: pp. 98-99; música p. 167; y 2016: p. 205).
Otras versiones de "La infanticida"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Estudios
ATERO BURGOS, V. (1986). Dos nuevas versiones del romance de La infanticida recogidas en la Sierra de Cádiz. Archivo hispalense, 212, 161-180.
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Transcripción
Y en la provincia de Burgos hay una pequeña aldea,
allí vive un mercadere que viste de paño y seda.
Tan sólo tenía un hijo (.........................................)
de la edad de ocho años, que a los nueve ya no llega.
Una tarde de verano que con su padre pasea:
―Dime tú, hijo mío, (y) en nuestra casa quién entra.
―En nuestra casa, un alférez a hablar con la hermosa Estrella;
la hermosa Estrella es mi madre y el alférez se la lleva,
dándola besos y abrazos como si usted mismo fuera.
A mí me dan un ochavo, me mandan a la plazuela
y me dicen: “Picarillo, te voy a cortar la lengua”.―
A otro día de mañana el padre se fue a la feria, [Com.]
y aquella mala mujer a su hijo dio muerte fiera.
(.........................................) Le ha cortado la cabeza
y el cuerpo le hizo tasajos y le ha colgado en la percha.
Echó la lengua en un plato y al alférez se la lleva:
―Ahí tie, usted, señor alférez, esta lengua parlarerla,
que todo lo que yo hago a mi marido le cuenta.―
A otro día de mañana padre vino de la feria:
―¿Adónde está mi hijo, que a recibirme no llega?
―Pasa, marido, a cenar, que tengo la cena hecha.
―Yo no me paso a cenar mientras mi hijo no venga.
―Pasa, marido, a cenar, que tengo la mesa puesta,
que le he dado de cenar, se ha ido en casa de la agüela.―
Pasó el marido a cenar y, al coger la primer prenda,
ha bajao una voz del cielo que atemoriza la tierra:
―No comas tú de esa linda, no comas tú de esa bella,
que si comes de esa linda, comes de tu sangre mesma.―
La cogió de los cabellos, la sala barrió con ella,
llamó a todos sus criados: ―Y aquí la tenéis por vuestra.
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[Com.: ¡Ay!, ahí m’he cortao ya.]