Aquí tenemos un Nazareno que le compró | le regaló al pueblo un obispo, fray Casimiro Herrero, ¿verdad?, que hay aquí mucha familia de Herreros en este pueblo, ¿verdad? Y ese, ese, ese obispo, hasta los veinte años, fue pastor. Y era hijo de viuda. Dicen que, que tenía en la frente, tenía en la frente como un, como un surco. Llevaba un cordel, una cuerda, la hacía en el monte un atadillo de leña, lo ponía a las espaldas y la cuerda, por aquí. Y to los días o casi todos, de llevarlo, lo tenía así. Y comentaba con la familia, con las vecinas, y dice:

―Mi Miro ―le llamaba Miro al hijo.

Dice:

―Mi Miro es mu listo―.

Y decía la otra:

―Sí, tu hijo, un pastor―.

Bueno, pues fue a la, fue a la mili y, amigo, en el momento en que llegó a la mili, ya empezó... y dejó lo del pastoreo, se puso ya a cosa de los estudios y llegó a obispo. Estuvo en Filipinas, luego, a Cáceres, y esto, ¿no?, tú lo conoces mejor que yo. Y desde allí regaló el altar del Nazareno y al Nazareno. Y..., y bueno, pues ya las andas, y después ya igual. Allí hay una piedra, una losa que le | se ha puesto hace pocos años. Al subir el atrio de la plaza para dentro, unas escaleras que hay, allí hay una piedra que lleva pocos años ahí, y ahí pone cuándo se ordenó y todas las fechas de, de su vida. Y a la entrada de la iglesia hay otra placa también, no se lee muy bien, pero también está allí.