Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
0556r
Categoría:
Colección:
Colección de Jerónimo Anaya Flores
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante indica que este romance se cantaba jugando al corro.
Canta dos veces los dos últimos versos.
Bibliografía
IGRH: 5031
Versión publicada en Anaya Flores (1986: pp. 86-87; música p. 167) y Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 49-50; música p. 181; procedencia y peculiaridades p. 210).
Otras versiones de "Agustinita y Redondo"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
En el pueblo de la Granja se ha muerto una señorita
hija de Antonio Moreno, se llamaba Agustinita.
Estando la Agustinita con su Redondo a la puerta,
pasó su padre cruel y la hartó de sinvergüenza.
―Madre, yo estoy muy malita, madre, me voy a morir;
por Dios deje usté a Redondo que se despida de mí.―
Le ha contestado la madre como una fiera malvada:
―Aunque te mueras mil veces, Redondo no entra en mi casa.―
El padre lo estaba oyendo, se fue derecho an ca el cura
a que le hicieran la caja y también la sepoltura.
El padre le dice al cura con muchísimo respeto
que no deje a Redondo que vaya a aquel entierro.
El cura le ha contestado con tanto o más respeto:
―No puedo quitar a nadie de que vaya a los entierros.―
¡Ay, qué padre tan cruel, ay, qué familia tan baja:
antes de morir la hija la están haciendo la caja!
―Ya se ha muerto Agustinita, ya se ha muerto mi tesoro,
ya se ha muerto quien decía: “Redondo, vete a los toros”.
Ya se ha muerto Agustinita, ya se ha muerto mi consuelo,
ya se ha muerto quien decía: “Redondo, por ti me muero”.―
El anillo que llevaba en el dedo corazón
se le regaló Redondo, que le ha costado un millón.
La sortija que llevaba puesta en la mano derecha
se la regaló Piano, que le ha costao mil pesetas.
El entierro va delante y la gente va detrás
y el criminal de su padre liando un cigarro va. [Com.]
¶
[Com.: Recopilador: ―Nos dice Eloísa que esto ha pasao de verdad, ¿no? A ver que ǀ ¿Por qué lo sabe usted que pasó de verdad?
Eloísa: ―Porque en este pueblo a ǀ vino un maestro, de niños…
Recopilador: ―¿Hace ya mucho tiempo?
Eloísa: ―Tenía yo… ¿qué podría tener yo?, pues de ocho a nueve años tenía… Y lo cantábamos en la plaza y, precisamente, ¿sabes? ǀ pues enfrente de la plaza vivía el… este señor.
Recopilador: ―¿Dónde? ¿Por dónde está teléfonos?
Eloísa: ―Por donde está teléfonos, arriba vivía, arriba vivía. Y, claro, las muchachas empecemos: “En el pueblo de La Granja”… y, en cuando dijimos: “se ha muerto una señorita, hija de Antonio Moreno”… ǀ Y la… mujer [del maestro] se llamaba Leocadia Moreno… y estaba la mujer al fresco, porque era en el verano cuando las muchachas cantábamos to eso, y… la mujer, al oírlo, se metió y cerró la ventana llorando, y le dijo a su marido: “Nos tenemos que ir de aquí”. “Bah, ¿por qué?”, dice. “Porque mira lo que me ha pasao”. Y se fueron; luego, al poco tiempo, se fueron.
Recopilador: ―O sea, ¿qué era hermana…?.
Eloísa: ―Hermana de ella…, la Agustina era hermana de ella, hermana de ella, ¡hermana de ella! Su padre se llamaba Antonio Moreno, y ella se llamaba Leocadia Moreno, y la otra se llamaba Agustina Moreno.
Recopilador: ―¿Y ellos no habían oído el romance por otro sitio?
Eloísa: ―No, porque…, como es de La Granja, y los romances, cuando salen, salen a otra… provincia. En la provincia no los cantan. Entonces los imprentaban y los sacaban a otra provincia, porque los familiares ǀ y mira por donde vino aquella…, aquel señor, el maestro, aquí… ǀ y las muchachas ǀ pues entonces estaba de moda eso, na más que cantar, cantar el…, el…
Recopilador: ―¿Estos romances los aprendían de los ciegos, éste?
Eloísa: ―Claro, de los ciegos que venían. Venían con guitarras y cantaban por las calles y se los comprábamos. Y entonces, pues a las muchachas nos dio na más que por cantar al corro ese y le cantábamos en corro. Y la señora estaba al fresco… y se metió llorando y le dijo al marido ǀ Y luego, al poco tiempo, se fueron de aquí.]