Santa Catalina

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0560r

Informantes

Recopiladores

Notas

La informante afirma que esta canción, que se titula Por las barandas del cielo, se cantaba jugando a la rueda (al corro), en la escuela.

Se canta con el siguiente esquema, que se repite en todos los versos: "Por las barandas del cielo, / por las barandas del cielo / se paseaba una dama, / sí, sí, / se paseaba una dama".

V. 7a: el hemistiquio “Para ajustarte las cuentas” no se repite.

La canción se recogió en Madrid, donde estaba hospitalizada la informante.

Sobre ésta y otras canciones manifiesta: "Nos juntamos en rueda, nos juntamos así en pelaeros de maíz, en panizos, y nos poníamos a…, a hacer un corro, así como estamos ahora aquí, y nos echábamos las…, las…, las… el maíz, las panochas, en la falda,  y nos poníamos a cantar El carcelero me ronda, La molinera, todas…, todas estas que… ǀ Y cuando cantábamos en el campo, pues a… Los cortijeros…, Los cortijeros, Los merceores… ǀ A la parva, nos poníamos también a la trilla, a trillar, y nos poníamos a la… ǀ Cuando éramos niñas, pues cantábamos a la rueda, la rueda de Matarí, lerí, lerile, En el fondo del mar están las llaves, to eso…, luego también…, pues… ésa, ¿cómo se llama?,  la del… Jardinera, tú que entrastes en el jardín del amor, de las flores que regastes dime cuála es la mejor".

Bibliografía

IGRH: 0126

Otras versiones de "Santa Catalina"

Álvarez Cárcamo (2019: 26.4); Asensio García (2004: p. 127); Atero Burgos (2003: n.º 72); Díaz (2007: C.2); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 190-191); Fraile Gil (2010: n.º158); Fraile Gil (2013: n.º  53); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 97); Moreno Moreno (2016: n.º 93); Pimentel García (2020: n.º 478); Piñero Ramírez (1996: n.º 70); Piñero Ramírez (2004: n.º 54); Piñero Ramírez (2013: n.º 43); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 72); Rico Beltrán (2009: n.º 38); Tomé Fernández (2009: p. 282); Trapero (1985: n.º 93); Trapero (2000a: n.º 61); Trapero (2000b: n.º 73); Trapero (2003: n.º 38); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 76); Trujillo Pacheco (2017: n.º 59); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 91).

Contaminaciones y engarces

Delgadina + Santa Catalina (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 31; Trapero, 1985: n.º 67; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 34); El discípulo amado + Santa Catalina (Trapero, 2000b: n.º 82.2); Santa Catalina + Devota de la Virgen en el yermo (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 99, 147); Santa Catalina + El castillo de la Virgen (Alcalá Ortiz, 2003: n.º 4031); Santa Catalina + El rastro divino (Trapero, 2003: n.º 67); Santa Catalina + La toca de la Virgen y el alma pecadora (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 98); Santa Catalina + Marinero al agua (Álvarez Cárcamo, 019: 16.7; Esteve Faubel, 1998: pp. 1163-1166; Manzano Alonso, 2003: p. 285; Piñero Ramírez, 2013: n.º 44; Rico Beltrán, 2009: n.º 39; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 77); Silvana + Santa Catalina + Devota de la Virgen en el yermo (Trujillo Pacheco, 2017: n.º 35).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

MARTÍN DURÁN, A. M. (2014). El romance de "Santa Catalina" en la tradición oral moderna de Cuba y República Dominicana. Revista de Estudios Hispánicos, 1 (2), 109-126.

Transcripción

Por las barandas del cielo     se paseaba una dama, sí, sí,
vestida de azul y blanco,   que Catalina le llama.
Estando una rueda hecha,     Catalina arrodillaba.
—Levántate, Catalina,    que Jesucristo te llama.—
[Com. 1: y ya responde ella sola:]
—¿Pa qué me quiere Jesucristo,     que tan temprano me llama?—
[Com. 2: y ya nos poníamos toas…, nos poníamos todas…  juntas,… diez o doce niñas, y ya se levantaba ella sola y cantaba esa copla, y luego nosotras decíamos:]
—Para ajustarte las cuentas     de la semana pasada.—
[Com. 3: y ya responde ella sola:]
—Las cuentas las tengo hechas,     pero la vida me falta.

Resumen de "Santa Catalina"

Los padres de la niña Catalina no son cristianos. Su padre la castiga porque no obedece a su madre, que quiere que reniegue de la fe católica. La madre, enfurecida, le ordena hacer a Catalina o a los criados una rueda de navajas. Cuando la niña está humillada y dispuesta a recibir la muerte, Dios o un ángel la llama y le pide que suba al cielo para disfrutar de la gloria o ajustarle las cuentas de su anterior vida. En otras versiones, la niña es apuñalada, pero no sufre daño, así que la madre la somete a diversas torturas, de las que sale indemne. Finalmente, es elevada al cielo.