Blancaflor y Filomena

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Notas

V. 13a: "fija", por "fía".

El romance se canta así: "Que don Fermín, que don Fermín se paseaba, /  que con sus dos, que con sus dos hijas mozuelas, // que con Blancaflor, que con Blancaflor, / y Filumena.  //  Y ha pasao, y ha pasado un caballero, / se enamoró, se enamoró de Blancaflor / sin olvidar Filumena. // Ya se ca-, ya se casa y ya se vela, / ya se la, ya se la llevó a su tierra, // y a los nue-, y a los nueve meses justos / va Paquito en ca su suegra. // ―¿Cómo está, cómo está mi hija querida,  //  cómo está, cómo está mi hija amada? // ―¿Cómo quie-, cómo quiere usted que esté /  casadita en tierra ajena? // Y el enca-, y el encargo me ha dejado / que me lle-, que me lleve a Filumena. // ―Filumé-, Filumena no  te llevas, / que está mocita y doncella, // y la quie-, y la quiere el hijo el rey / para casarse con ella. // ―Si no se, si no se fija de mí, / aquí de-, aquí dejo mi montera. //        ―Paquito, Paquito, si eres así, / a Filumena te llevas.― // Y a la sa-, y a la salida del pueblo / va Paquí-, va Paquito y la requiebra. //  ―Paquito, Paquito,  tú ere el demonio; / güélele, güélele [¿mi goma tienta?].  // ―Yo no soy, yo no soy ningún demonio  /  ni el elemigo me atienta; // que al llegar, y al llegar al peñón gordo  /  te he de cortar la lengua.―  // Ya ha llegao, ya ha llegado al peñón gordo, /  le ha cortao, le ha cortado la lengua // y ha llegao, y ha llegado a su casa / preguntan-, preguntando por  la cena. // ―¡Ay, qué co-, ay, qué comida más duz; /  ay, qué comida más tierna! // ―Más tiernas, más tiernas son los clamores / de mi hermana Filumena. // ―¿Quién te ha le- quién te ha leído esa carta,  / quién te ha le-, quién te ha leído esa esquela? // ―Y un pastor, y un pastor que yo cabía / detrás de aquellas tierras".

Se produce confusión de /r/, /l/  en posición implosiva, aspiración de -s, ceceo y, en ocasiones, seseo.

La canción se recogió en Madrid, donde estaba hospitalizada la informante.

Sobre ésta y otras canciones manifiesta: "Nos juntamos en rueda, nos juntamos así en pelaeros de maíz, en panizos, y nos poníamos a…, a hacer un corro, así como estamos ahora aquí, y nos echábamos las…, las…, las… el maíz, las panochas, en la falda,  y nos poníamos a cantar El carcelero me ronda, La molinera, todas…, todas estas que… ǀ Y cuando cantábamos en el campo, pues a… Los cortijeros…, Los cortijeros, Los merceores… ǀ A la parva, nos poníamos también a la trilla, a trillar, y nos poníamos a la… ǀ Cuando éramos niñas, pues cantábamos a la rueda, la rueda de Matarí, lerí, lerile, En el fondo del mar están las llaves, to eso…, luego también…, pues… ésa, ¿cómo se llama?,  la del… Jardinera, tú que entrastes en el jardín del amor, de las flores que regastes dime cuála es la mejor".

Bibliografía

IGRH: 0184

Otras versiones de "Blancaflor y Filomena"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3908); Álvarez Cárcamo (2019: 12.3); Atero Burgos (2003: n.º 28); Benítez Sánchez (2000: pp. 205-208); Checa Beltrán (2005: n.º 11); Díaz (1980: n.º 11); Díaz (2007: F.22); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 31-32); Esteve Faubel (1998: pp. 1075-1080); Fraile Gil (2010: n.º 85-86); Fraile Gil (2013: n.º 39); Fraile Gil (2016: n.º 43); Gil Muñoz (2010: n.º 9); Manzano Alonso (2003: pp. 255-260); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 24); Moreno Moreno (2016: n.º 31, 32); Pimentel García (2020: n.º 151); Piñero Ramírez (1996: n.º 29); Piñero Ramírez (2004: n.º 22); Piñero Ramírez (2013: n.º 25); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 21); Rico Beltrán (2009: n.º 30); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 35); Suárez López (2009: n.º 230); Tejerizo Robles (2007: n.º 369); Trapero (1985: n.º 50-59); Trapero (2000a: n.º 3); Trapero (2000b: n.º 2); Trapero (2003: n.º 19); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 3); Trujillo Pacheco (2017: n.º 33); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 71); Vázquez León (1993: n.º 6).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

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GUTIÉRREZ ESTÉVEZ, M. (1981). El incesto en el romancero popular hispánico: Ensayo de análisis estructural. Madrid: Universidad Complutense de Madrid.

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Transcripción

Que don Fermín se paseaba     (que) con sus dos hijas mozuelas,
....................................     (que) con Blancaflor y Filumena.
Y ha pasado un caballero,     ....................................
se enamoró de Blancaflor,     sin olvidar [a Filumena].
Ya se casa y ya se vela,     ya se la llevó a su tierra,
y a los nueves meses justos     va Paquito en ca su suegra.
―¿Cómo está mi hija querida,     ....................................
cómo está mi hija amada?     ....................................
―¿Cómo quiere usted que esté     casadita en tierra ajena?
Y el encargo me ha dejado     que me lleve a Filumena.
―Filumena no te llevas,     que está mocita y doncella,
y la quiere el hijo el rey      para casarse con ella.
―Si no se fija de mí,     aquí dejo mi montera.
―Paquito, si eres así,     a Filumena te llevas.―
Y a la salida del pueblo     va Paquito y la requiebra.
―Paquito, tú eres el demonio;     güélele, [¿mi goma tienta?].
―Yo no soy ningún demonio     ni el elemigo me atienta;
que al llegar al peñón gordo    te ha de cortar la lengua.―
Ya ha llegao al peñón gordo,     le ha cortao la lengua
/…………………………../     /………………………./
y ha llegao a su casa      preguntando por la cena. [Com.]
―¡Ay, qué comida más duz;     ay, qué comida más tierna!
―Más tiernas son los clamores     de mi hermana Filumena.
―¿Quién te ha leído esa carta,     quién te ha leído esa esquela?
―Y un pastor que yo cabía     detrás de aquellas tierras.
 
 
[Com: Ahí hay unos poblemas, pero… no lo sé. "Ya ha llegao / ya ha llegao al pe-". ǀ Y otra vez repetío]

Resumen de "Blancaflor y Filomena"

Un padre o una madre pasea con sus hijas y un caballero se enamora de una de ellas. La madre prefiere darle la mano de la mayor, pero el pretendiente no olvida a la otra hermana. Cierto día, el galán decide satisfacer sus deseos. Con la excusa de partir hacia la guerra, acude a casa de su suegra. Le dice que su esposa está embarazada y que desea que su hermana la asista en el parto. Él promete defender su honor y la madre se la entrega. Una vez en el monte, el cuñado la viola y le corta la lengua para que no cuente lo sucedido. Un pastor oye los gritos de la joven y esta le pide papel para escribir una carta. Como no tiene tintero, la muchacha emplea su propia sangre. Un ave transporta la misiva hasta la casa de su hermana. Para vengarse del marido, la muchacha guisa a su hijo recién nacido y se lo sirve como cena. En otras versiones, la muchacha aborta y guisa el feto. El marido se sorprende del exquisito sabor de la carne y la esposa se lo confiesa todo. La joven muere en la horca o es asesinada por el marido. En muchas versiones se omite la truculenta secuencia del asesinato del niño, aunque se conserva el halago del marido hacia la cena servida. Suelen concluir cuando la esposa le confiesa que ha recibido la carta de la hermana. En ocasiones, maldice al marido por su mala acción o le asegura que la justicia lo prenderá para que confiese el lugar donde yace su hermana. En algunas versiones, se incluye una advertencia del narrador a las madres para que no casen a sus hijas en tierras lejanas.