La niña perdida

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0579r

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Notas

La informante indica que el título es Romance de la niña perdida.

Bibliografía

IGRH: 0000

Versión publicada en Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 118-120; música p. 193; procedencia y peculiaridades p. 213).

Otras versiones de "La niña perdida"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 63); Atero Burgos (2003: n.º 284); Benítez Sánchez (1999: p. 305); Checa Beltrán (2003: n.º 46); Moreno Moreno (2016: n.º 199); Pimentel García (2020: n.º 634); Trapero (2000a: n.º 179).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Un hortelano decente     una mañana salió
a trabajar a su finca,     y en la carretera vio
a una niña pequeñita.     A poco, a poco se acerca
(y) la ha cogido en sus brazos     y se la lleva a su huerta.
Y su esposa le pregunta:      —¡Ay, qué niña tan bonita!
¿Dónde te la has encontrado?      —Llorando estaba solita.—
Y a la niña le preguntan     que dónde estaban sus padres;
la niña era tan pequeña     que no sabía explicarse.
Y a su marido le dice:     —¿Qué te parece, Miguel?
—Se quedará con nosotros     y la educaremos bien. —
Ya la llevan a un colegio     y la ponen a estudiar;
la muchacha era tan lista     que cada día sabía más.
Los padres que la criaron:      —¿Qué carrera quieres, Marta? —
Y la muchacha les dice:      —Yo quiero ser praticanta.—
Carrera de praticanta     esta muchacha tomó,
y en el hospital de Oviedo     al poco tiempo ingresó.
Veintitrés años tenía     cuando al hospital se fue;
todos la querían mucho     porque curaba muy bien.
Esta mocita llevaba     colgado un escapulario,
el retrato de su madre     con la Virgen del Rosario.
Esta reliquia tenía     el día que la encontraron;
solo por ser de su madre     ellos no se la quitaron.
A la sala san Antonio     fue a curar a una señora,
que de un accidente grave     había llegado hacía horas.
Y para hacerle la cura     todos los días iba Marta
y le pregunta: —Señora,     dígame lo que le pasa.—
Y volviendo la cabeza,     le decía sollozando:
—Una hija que perdí,     pues hoy hace veinte años.—
Aquella noche se acuesta     diciendo: —Virgen del Carmen,
yo quiero que me reveles     si esta mujer es mi madre.—
A otro día sube a verla,     apenas que fue de día.
Pensando si era su madre     ya ni de noche dormía.
—Señora, ¿cómo está usted?—     le dice medio llorando.
Y la señora contesta:      —A ver ese escapulario.—
Le enseña el escapulario     y dice: —Virgen del Carmen,
¿quién te ha traído a este sitio     a que cures a tu madre?—
Se abrazaron dando gritos     y diciéndole su madre:
—Hija mía de mi alma,     ya no me dan más ataques.
Hija de mi corazón,     ya te tengo aquí a mi vera,
ya se me ha quitado todo,     vámonos a nuestra tierra.
—A los que me recogieron     conmigo quiero llevarlos;
les tengo mucho cariño     porque, a la fin, me han criado.—
Madres, las que tengáis hijas,     mirar qué cosa tan grande:
al cabo de veinte años     se ha encontrado con su madre.

Resumen de "La niña perdida"

Un hortelano se encuentra a una niña pequeña llorando en la carretera. Se la lleva a su mujer y deciden adoptarla. Le dan estudios, y la chica se convierte en practicante y consigue trabajo en un hospital. En él ingresa una mujer que ha sufrido un grave accidente; en otras versiones, la mujer lleva enferma varios años. Cierto día, la señora rompe a llorar y la muchacha se interesa por su situación. Ella cuenta que ese mismo día hace varios años perdió a su hija. La joven sospecha que puede ser su madre y le pide a la Virgen que le revele la verdad. Al día siguiente, la madre reconoce el escapulario que cuelga de su cuello. Ambas descubren el parentesco que las une.