La Virgen de las Mercedes,     la patrona de Alcalá,
le pido me dé su gracia     para poder explicar
este gran milagro     que hizo esta señora
cuando los franceses     llegaron a esta tierra.
Esa banda tan bonita,     que tiene de general,
fue de un milagro que hizo     en la ciudad de Alcalá.
En tiempos antiguos     venía un general
y de muchas tropas     viene acompañao.
Mandó tocar a degüello     a la entrá de la ciudad
y todos los habitantes     empezaron a llorar.
Cogen a sus hijos     con mucho cariño,
diciendo: “Señora,     mirad por los niños”.
Y todos los tamboriles     empezaron a tocar,
pero el toque que salía     era la marcha real.
Y aquel general,     muy enfurecido,
le amenazaba     de ir al tendido.
Allá por segunda vez,     otra vez volvió a tocar,
pero el toque que salía     era la marcha real.
Y en aquel momento     aquel general
quedó enmudecido     sin poder hablar.
Y conociendo el milagro,     por señas le preguntaba:
—¿Quién es aquí la patrona?—     y que a verla lo llevaran.
Y nadie quería     decirle quién era,
no sea que a la Virgen     algún mal le hicieran.
—La Virgen de las Mercedes—,      por fin le dicen que es
y para consolación     todos se marchan por él.
Llega al camarín    aquel general,
le pone su banda     con mucha humildad.
Luego se hincó de rodillas     por delante del altar
y lloraba de alegría     de ver que ya podía hablar.
Le dice: —Señora,     te pido perdón.
Te dejo mi banda     y mi corazón—.
Y todo el tiempo que tuvo     con sus tropas en Alcalá
una función cada día     les mandaba celebrar.
Y a misa se iba     toditos los días
por ver a la Virgen     con mucha alegría.
Y cuando se fue a su tierra     y en su pueblo lo contó
para que todos le tengan     a esta Virgen admiración.
Divina pastora,     quédate con Dios
y dadnos tu gracia     y tu bendición. [Com.]

¶

[Com.: ¡Viva la Virgen de las Mercedes!]