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Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante indica que el título es Lavando en el río estaba.
Aclaraciones léxicas:
Saludador: “Comunmente se aplica al que por oficio saluda con ciertas preces, ceremonias, y soplos para curar del mal de rábia” (RAE, Dic. Autoridades, T. VI, 1739).
Bibliografía
Versión publicada en Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 103-104; música p. 187; procedencia y peculiaridades p. 212).
Transcripción
Lavando en el río estaba aquella joven divina,
lavando en el río estaba, ¡qué lástima de Juaquina!
Lavando en el río estaba, ¡válgame Dios de los cielos!,
cuando trató de morderle el brazo derecho un perro.
Juaquina cogió una piedra y al perro se la tiraba
y corriendo como un gamo del agua no se alejaba.
Su madre curó la herida y después puso el vendaje,
para que se le curara aquella herida tan grande.
Era tanta la aprensión que aquella joven tenía,
que de pensar en el perro ni comía ni dormía.
—Si supieras, madre mía, lo que soñé esta mañana:
que el perro estaba rabioso y que yo también rabiaba—.
Y para salir de dudas llaman al saludador,
y el saludador le ha dicho que es una poca aprensión.
—Ven acá, Fabiano mío, ponme la mano en la frente,
verás qué sudor tan frío es el sudor de la muerte.
Decías que para feria nos ibámos a casar;
y para feria, Fabiano, pudriendo tierra he de estar.
Retírate, madre mía, no me puedo contener,
que me cuesta muchas ansias el tenerte que morder—.
Fabiano compró la caja, veinte duros le costó,
para enterrar a Juaquina que al fin y al cabo murió.