Delgadina

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Notas

La informante indica que el título es Degadina con su padre.

En la versión cantada, se repite el verso 32a.

Bibliografía

IGRH: 0075

Versión publicada en Anaya Flores (1999: pp. 119-121; música p. 171; procedencia y peculiaridades p. 215) y en Anaya Flores (2016: pp. 277-278; música p. 400).

Otras versiones de "Delgadina"

Almoguera Gómez (1989: pp. 34-36); Alonso Fernández y Cruz Casado (2003: n.º 21); Álvarez Cárcamo (2019: 12.1); Atero Burgos (2003: n.º 29); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 102); Benítez Sánchez (1999: pp. 274-276); Benítez Sánchez (2000: pp. 228-231); Cid (1974: n.º 10, 11); Díaz (1980: n.º 3); Díaz (2007: F.1); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 78-79); Fraile Gil (2010: n.º 79-81); Fraile Gil (2013: n.º 36); Fraile Gil (2016: n.º 41); Gil Muñoz (2010: n.º 7, 8); Gómez Garrido (2012: n.º 13); Hernández Fernández (2010: n.º 11); Jaén Castaño (2018: n.º 555); Manzano Alonso (2003: pp. 202-212); Marazuela Albornos (1981: pp. 397-399); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 28); Moreno Moreno (2016: n.º 33-36); Pimentel García (2020: n.º 176); Piñero Ramírez (1996: n.º 30); Piñero Ramírez (2004: n.º 23); Piñero Ramírez (2013: n.º 26); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: pp. 54-55); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 57); Sánchez Miguel (1984: n.º 22); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 36); Suárez López (2009: n.º 229); Tejerizo Robles (2007: n.º 370-371); Trapero (1985: n.º 60-64); Trapero (2000a: n.º 27); Trapero (2000b: n.º 18); Trapero (2003: n.º 16); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 32); Trujillo Pacheco (2017: n.º 32); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 70); Vázquez León (1993: n.º 7).

Contaminaciones y engarces

Delgadina + Caballero burlado (Trapero, 2000b: n.º 7. 11); Delgadina + Santa Catalina (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 31; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 34); Delgadina + Silvana (Piñero Ramírez, 2004: n.º 24); Delgadina + Tamar (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 29, 30; Piñero Ramírez, 2013: n.º 30); Infanta preñada + Delgadina (Trapero, 2003: n.º 17; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 33); Infanta preñada + Infanta parida + Delgadina (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 7); La flor del agua + Delgadina (Manzano Alonso, 2003: p. 253); La infantina + Caballero burlado + Don Bueso + Delgadina (Trapero, 1985: n.º  39); La mala hierba + Delgadina (Piñero Ramírez, 2013: n.º 27); Santa Catalina + Delgadina (Trapero, 1985: n.º 67); Silvana + Delgadina (Trapero, 1985: n.º 66).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

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Transcripción

Degadina con su padre     en la mesa está sentada.
―¿Qué me mira usted, mi padre,     que me mira usté a la cara?
―¿Qué quieres que te mire, hija?     Que has de ser mi enamorada.
―No lo permita mi Dios     ni la Virgen soberana―.
Agarran a Degadina,     la meten en una sala.
No le daban de comer     más de carne muy salada.
Al cabo de cuatro meses,     se le abren cuatro ventanas.
Ya se asoma por la primera,     por ver quién en ella estaba.
Vido de estar a sus hermanos     juegando al juego de cañas.
―Hermanos, si sois hermanos,     me deis una poca de agua;
ni es por hambre ni por sed,     que el corazón me se abrasa.
―No te la puedemos dar,     Degadina, rey de España,
que si padre lo supiera     la cabeza nos cortaba―.
Ya se va la Degadina     tan triste, desconsolada;
con lágrimas de sus ojos     ya va regando la sala.
Ya se asoma por la otra,     por ver quién en ella estaba.
Vido de estar a sus hermanas,     bordando en oro de plata.
―Hermanas, si sois hermanas,     me dais una poca de agua;
ni es por hambre ni es por sed,     que el corazón me se arranca.
―No te la podemos dar,     Degadina, rey de España,
que si padre lo supiera     la cabeza nos cortara,
que hasta el agua de fregar     padre la tiene encerrada―.
Ya se va la Degadina     tan triste, desconsolada;
con lágrimas de sus ojos     iba regando la sala.
Ya se asoma por la otra,     por ver quién en ella estaba.
Vido de estar a su madre     (y) en una silla sentada.
―Madre, si es usted mi madre,     me da usté una poca de agua;
ni es por hambre ni es por sed,     que el corazón me se arranca.
―No te la podemos dar,     Degadina, rey de España,
que si padre lo supiera     la cabeza nos cortara,
que me ha tronchado tu padre     (…………………….)
esta muñeca derecha     pa que a ti no te dé nada―.
Ya se va la Degadina     tan triste, desconsolada;
con lágrimas de sus ojos     ya va regando la sala.
Ya se asoma por la última,     por ver quién en ella estaba.
Vido de estar a su padre,     que entre señores andaba.
―Padre, si es usted mi padre,     me da usté una poca de agua;
ni es por hambre ni es por sed,     que el corazón me se abrasa.
―Yo te la daré, mi hija,     si me cumples la palabra.
―La palabra está cumplida,     lo cual que usted me harte de agua.
―Criados y más criados     que los que había en Granada,
todos a mi Degadina,     todos a llevarles agua―.
Al subir por la escalera,     la Degadina expiraba.
Las campanas de la gloria     pa Degadina exclamaban;
las campanas del infierno     pa todos los de su casa.

Resumen de "Delgadina"

Un padre pretende a la menor de sus tres hijas. Cuando ella lo rechaza, el padre la encierra en un cuarto oscuro de su castillo y la castiga con una dieta muy salada. Al cabo de algunos días, le abren dos o tres ventanas y Delgadina se asoma a ellas para pedir agua consecutivamente a sus hermanas y a su madre (en ocasiones también aparece un hermano), quienes desatienden los ruegos. En algunas versiones, se lamentan de no poder ayudarla, pues de hacerlo, el rey los mataría, mientras que en otras los familiares la insultan por haber desatado las pasiones del padre o por no haber accedido a sus ruegos. En ocasiones, la madre le explica que no puede ayudarla porque el rey le ha propinado una brutal paliza y le ha roto una pierna o una muñeca. Finalmente, Delgadina logra contactar con su padre, al que promete su amor a cambio de que la socorra. El rey envía a los criados con agua para la hija, con la promesa de recompensar a quien cumpla primero con el encargo y cortarle la cabeza al que acuda el último. Cuando llegan al cuarto de Delgadina, esta ya ha muerto y en su habitación se produce una visión milagrosa (normalmente, la Virgen, algún santo o los ángeles llevándose su alma, amortajándola y poniéndole una corona, o una fuente de la que brota agua cristalina). En algunas versiones, el padre es torturado por unos demonios que lo arrastran hacia el infierno. En versiones menos extendidas, mueren todos, y mientras que las almas de Delgadina y sus hermanos, que han tratado de ayudarla, son transportadas al cielo por los ángeles, la madre celosa es atacada por víboras y el padre es arrastrado al infierno. Algunas veces el padre se niega a ayudar a Delgadina.