El milagro del trigo

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0617r

Informantes

Recopiladores

Notas

En la versión cantada, se repiten de manera conjunta los dos últimos versos de cada grupo de ocho hemistiquios, según el siguiente esquema: “La Virgen va caminando / y huyendo del rey de Herodes / por cerros y por cañadas, / pasando frío y calores. / Y al niño lo llevan / mu bien ocultado / porque el rey de Herodes / quiere degollarlo, / porque el rey de Herodes / quiere degollarlo”.

Las informantes manifiestan que esta composición se interpreta durante navidades.

Agradecemos la valiosa ayuda de Fuensanta Aranda Gómez, quien nos puso en contacto con los informantes para la realización de esta entrevista.

Notas léxicas

zamarrón: aunque, según comprobamos en el NTLLE, zamarrón se registra desde el primer diccionario académico: ‘aum. El zamarro o zamarra grande y tosca’ (DA, 1726-39), observamos que en el DRAE (2014) se marca como andalucismo y se define como: ‘And. Mandil de lona o de cuero, con peto, que usan los segadores’. Esta acepción se registra a partir del DRAE (1936). En el TLHA se recoge con el significado de ‘mandil de lona o de cuero, con peto, que usan los segadores’ y se localiza en Valdepeñas de Jaén, además de en otras localidades de las provincias de Almería, Granada y Jaén.

(Nota léxica de Marta Torres Martínez)

Bibliografía

IGRH: 0512

Otras versiones de "El milagro del trigo"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 4035, 4036); Álvarez Cárcamo (2019: 25.16); Atero Burgos (2003: n.º 58); Benítez Sánchez (1999: pp. 223-224); Benítez Sánchez (2000: p. 265); Díaz (2007: B.5); Fraile Gil (2010: n.º 150); Fraile Gil (2013: n.º  48); Fraile Gil (2016: n.º 281-282); Gil Muñoz (2010: n.º 26); Higueras Martínez y Aguilar González (2001: pp. 154-155); Jaén Castaño (2018: n.º 537); Majada Neila (1984: n.º 67); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 138); Moreno Moreno (2016: n.º 75-81); Pimentel García (2020: n.º 216); Piñero Ramírez (1996: n.º 57); Piñero Ramírez (2004: n.º 45); Piñero Ramírez (2013: n.º 104); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 130); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 81); Rico Beltrán (2009: n.º 71); Salazar (1999: n.º 137); Schubarth y Santamarina (1986: n.º 53); Tejerizo Robles (2007: n.º 483-485); Trapero (2000a: n.º 74, 75); Trapero (2000b: n.º 78); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 93); Trujillo Pacheco (2017: n.º 50); Vázquez León (1993: n.º 18.1, 18.2).

Contaminaciones y engarces

Congoja de la Virgen en Belén + El milagro del trigo (Trapero, 2000a: n.º 73); Dudas de san José + El milagro del trigo (Foxo, 2011: p. 114-116); La Anunciación II + Dudas de san José + A Belén llegar + El milagro del trigo (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 133); La Anunciación II + Dudas de san José + El milagro del trigo (Esteve Faubel, 1998: pp. 1183-1185; De Mur Bernad, 2015: n.º 78; Rico Beltrán, 2009: n.º 67; Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 53a1-53a3); La Anunciación II + Dudas de san José + Nochebuena II + El milagro del trigo (Hernández Fernández, 2010: n.º 19); La Anunciación II + El milagro del trigo (Moreno Moreno, 2016: n.º 75.b); La Virgen y el ciego + El milagro del trigo (Trapero, 2000b: n.º 78.15).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

ATERO BURGOS, V. (1988). El romance de La huida a Egipto en cuatro versiones gaditanas: sus variantes con otras formas hispánicas. Guiniguada, 4, 51-71.

HERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, A. (2006). El milagro del trigo: de los evangelios apócrifos al folklore y la literatura. Culturas Populares, 3. Recuperado de: El milagro del trigo: de los evangelios apócrifos al folklore y la literatura (uah.es)

MINGOTE, J. L. (1986). Iconografía y tradición oral. El milagro del campo de trigo en la huida a Egipto. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 41, 109-133.

TRAPERO, M. (1990). Los romances religiosos en la tradición oral de Canarias. Madrid: Nieva.

VERGARA, F. y FRAILE, J. M. (1984). El milagro del trigo, un tema apócrifo. Revista de Folklore, 44 (4b), 45-52.

Transcripción

La Virgen va caminando     y huyendo del rey de Herodes
por cerros y por cañadas,     pasando frío y calores.
Y al niño lo llevan     mu bien ocultado
porque el rey de Herodes     quiere degollarlo.
Y a la mitad del camino,     con un labrador se encuentra.
Le pregunta la Virgen:     —Labrador, ¿qué es lo que siembras?
—Aquí estoy sembrando     unas pocas piedras.
—Pues si siembras piedras,     piedras se te vuelvan—.
Fue tanta la multitud     que el Señor le echó de piedras
que se le quedó la hazada     convertida en una sierra.
Ese fue el castigo     que Dios le mandó
por no hablarle claro     al hijo de Dios.
Un poquito más adelante     otro labrador se encuentra
y le pregunta la Virgen:      —Labrador, ¿qué es lo que siembras?
—Aquí estoy sembrando     un poquito trigo
pa que en el verano     salga florecido.
—Pues ven mañana a segarlo     sin ninguna detención;
es un favor que te hace     el mismo hijo de Dios—.
Y a otro día fueron    a buscar peones
pa segar el trigo     con sus zamarrones*.
Y estando segando el trigo,     cuatro hombres a caballo
por una mujer y un niño,     y un viejo, van preguntando.
Y el labrador dice:     —Cierto que los vi,
estando sembrando     pasar por aquí—.
Rodearon los caballos     echando mil insolencias
al ver que no pueden lograr     el mal intento que llevan.
El intento era     de llevarlos presos,
degollar al niño     y irse tan contentos.

Resumen de "El milagro del trigo"

La Virgen y san José huyen de Herodes, que quiere degollar a Jesús. En el camino sufren muchas penalidades (hambre, frío, etc.). En algunas versiones, san José pide limosna a unos ganaderos que le dan pan y cordero. A continuación, se encuentran con un labrador. La Virgen le pregunta qué está sembrando y este le contesta que piedras. Como castigo por su soberbia, todo el campo se convierte en rocas. Más adelante, se encuentran con otro labrador, al que María hace la misma pregunta. Este le contesta que está sembrando trigo para el siguiente año. La Virgen, como recompensa a su amabilidad, le anuncia que al día siguiente encontrará el campo lleno de trigo. A cambio, le pide que si viene alguien preguntando por ellos, le conteste que pasaron por allí cuando se estaba sembrando el trigo. El labrador vuelve a su casa y le cuenta a su mujer el lance. Al día siguiente, reúne a varios peones y marcha a segar el trigo. Mientras siega, se acercan a él unos jinetes para interrogarle acerca del paradero de la Virgen, san José y el niño. El labrador les responde que pasaron por allí cuando estaba sembrando el trigo. Los caballeros quedan apesadumbrados por no poder localizar a Jesús, a quien tenían la intención de matar o de presentarlo a Herodes.