Testamento del pastor

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0634r

Recopiladores

Notas

Se repiten los segundos hemistiquios, excepto el penúltimo.

Bibliografía

IGRH: 0197

Versión publicada en Anaya Flores (1999: p. 47; música p. 157; procedencia y peculiaridades p. 209) y Anaya Flores (2016: p. 66; música p. 381).

 

Otras versiones de "Testamento del pastor"

Fraile Gil (2016: n.º 60); Manzano Alonso (2003: p. 296); Pimentel García (2020: n.º 426); Salazar (1999: n.º 125).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Por aquel cerrillo abajo     un serranillo venía
con una calenturilla,     que el serrano se moría.
Y a la sombra de un peñón     el serrano se tendía
con el rosario en la mano     rezando el avemaría.
Se puso a hacer testamento     de los bienes que tenía:
—Mi zurrón y mi garrote     se los dejo a mi Juanaco,
pa que se acuerde de mí     cuando vaya a echar el hato.
Mi cuchara de palo     se la dejo a mi María,
pa que se acuerde de mí     cuando vaya a comer migas.
Pobrecita mi mujer,     tan honradita como era,
de curas y sacristanes     me tiene la casa llena.
De perdices y conejos     se comen una gran cena;
los güesecitos que tiran,     los tiran a mi cabeza.
Pobrecita mi mujer,     tan honradita como era,  
para subir a la cama     me ponen por escalera.
 
 
[Com.: Catapum.]

Resumen de "Testamento del pastor"

Un pastor enfermo de calenturas se recuesta en un árbol y, como cree cercana su muerte, reza un rosario y hace testamento. En otras versiones, un pastor va rezando un rosario cuando cae por la sierra abajo o experimenta un dolor tan fuerte que queda postrado; la gente llama al cirujano, que le aconseja al enfermo que haga testamento. El pastor enumera sus escasos bienes: lega sus ovejas a sus compañeros, sus cucharas a su mujer para que se acuerde de él cuando coma o cocine migas, el zurrón y su garrote o su manojo de cordeles a su hijo para que se acuerde él cuando vaya a trabajar o a atar sacos, etc.