Enrique y Lola

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0660r

Informantes

Recopiladores

Notas

En esta versión, se repite el verso 22a.

Bibliografía

IGRH: 5129

Otras versiones de "Enrique y Lola"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3912); Alcalá Ortiz (2016: pp. 40-41); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 56); Atero Burgos (2003: n.º 275); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 107); Benítez Sánchez (1999: pp. 284-285);Benítez Sánchez (2000: p. 282); Checa Beltrán (2005: n.º 45); Díaz (2007: E.12); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 3); Esteve Faubel (1998: pp. 1132-1135); Gómez Garrido (2012: n.º 213); Heredia Menchero (2017: n.º 1018, 1019); Hernández Fernández (2010: n.º 62, 63); Higueras López y Aguilar González (2000: pp. 153-154); Manzano Alonso (2003: pp. 495-498); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 178); Moreno Moreno (2016: n.º 194-196); De Mur Bernad (2015: n.º 82); Pimentel García (2020: n.º 619); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 136); Rico Beltrán (2009: n.º 90); Tejerizo Robles (2007: n.º 456); Trapero (2000a: n.º 150); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 180); Trujillo Pacheco (2017: n.º 76).

Contaminaciones y engarces

Don Bueso + Enrique y Lola (Rico Beltrán, 2009: n.º 35).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Eran dos hermanos huérfanos,     criados en Barcelona;
el niño se llama Enrique,     la niña se llama Lola.
Enrique ya se ha marchado,     se ha marchado al extranjero;
viajando por esos mares,     se ha hecho un noble caballero.
Disfruta de lo que tiene     y también de sus mejoras;
disfruta de cuanto tiene,     sin acordarse de Lola.
Lola se queda llorando     noche y día por su hermano;
y a la Virgen del Rosario     se ofrece para encontrarlo.
Ha salido un caballero     para casarse con Lola;
ella otorga el casamiento     solo por no verse sola.
Estando un día comiendo,     Lola dice a su marido:
—Vámonos para La Habana,     tengo un hermano perdido.
Tengo un hermano perdido,     allí me han dicho que se halla.
—Lola, tu gusto es el mío,     vámonos para La Habana—.
Tomaron embarcaciones,     para La Habana marcharon;
buscaron habitaciones     en la calle del Margallo.
Andaron calles y plazas,     y no han podido encontrarlo.
Al poco tiempo de Lola     su marido cayó malo.
Su marido cayó malo     con las fiebres amarillas;
y al poco tiempo de Lola     quedó en el mundo solita.
(………………………)     Lola se ha visto obligada
a pedir una limosna     porque se ve desmayada.
Ha salido un caballero,     le ha pedido una limosna,
y el caballero le dice     con sentimiento: —Perdona—.
Y el caballero que vio     a aquella joven llorar,
se ha echado mano al bolsillo,     siete pesetas le da.
—Es usté una hermosa rosa,     es usté un lindo clavel;
mañana pase por casa,     que allí la socorreré—.
A otro día de mañana     el caballero la vio;
la ha cogido de la mano     y la entró en su habitación.
Él le pide lo imposible,     Lola le dice que no:
—Primero pierdo la vida     que mi honra y que mi honor.
¡Ay, si viviera mi Enrique,     ay, mi Enrique de mi alma,
sacaría la defensa     por su pobrecita hermana!
—¿Acaso se llama Lola?     —Lola me llamo, señor.
—Mátame, hermana querida,     que he sido tu inquisidor—.
Allí fueron los abrazos     de los hermanos queridos,
allí fueron los abrazos,     allí fueron conocidos,
allí fueron los abrazos     de los hermanos perdidos.

Resumen de "Enrique y Lola"

Dos hermanos huérfanos se separan. Enrique se marcha a La Habana, donde se hace rico, y Lola se queda en Barcelona. Transcurrido un tiempo, con el fin de mitigar su soledad, la muchacha decide aceptar la petición de matrimonio de un hombre. Un buen día, le propone a su marido marchar a La Habana para buscar a su hermano. Sin embargo, una vez allí, su marido contrae las fiebres amarillas y muere a los pocos días. Ella queda pobre y se ve abocada a la mendicidad. Cierto día, pide dinero a un señor acaudalado, que le promete socorro si acude a su casa. Una vez allí, intenta propasarse con la joven, pero se detiene en seco cuando ella pronuncia el nombre de su hermano. Entonces él le pregunta si se llama Lola. Ambos se reconocen y se abrazan.