Blancaflor y Filomena

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Notas

En esta versión, se repiten los versos 2, 4, 6, 8, 20, 25, 27, 35, 40 y 42. Al repetir el v. 37b: “de mi hermana Genoveva”.

Al repetir el verso 40b, la informante canta: “otra sacada”; la vez primera que canta el verso 42b, dice: “para que hagan eso”.

Bibliografía

IGRH: 0184

Versión publicada en Anaya Flores (1999:pp. 114-116; música p. 175; procedencia y peculiaridades p. 215) y Anaya Flores (2016: pp. 267-268; música p. 399).

Otras versiones de "Blancaflor y Filomena"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3908); Álvarez Cárcamo (2019: 12.3); Atero Burgos (2003: n.º 28); Benítez Sánchez (2000: pp. 205-208); Checa Beltrán (2005: n.º 11); Díaz (1980: n.º 11); Díaz (2007: F.22); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 31-32); Esteve Faubel (1998: pp. 1075-1080); Fraile Gil (2010: n.º 85-86); Fraile Gil (2013: n.º 39); Fraile Gil (2016: n.º 43); Gil Muñoz (2010: n.º 9); Manzano Alonso (2003: pp. 255-260); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 24); Moreno Moreno (2016: n.º 31, 32); Pimentel García (2020: n.º 151); Piñero Ramírez (1996: n.º 29); Piñero Ramírez (2004: n.º 22); Piñero Ramírez (2013: n.º 25); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 21); Rico Beltrán (2009: n.º 30); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 35); Suárez López (2009: n.º 230); Tejerizo Robles (2007: n.º 369); Trapero (1985: n.º 50-59); Trapero (2000a: n.º 3); Trapero (2000b: n.º 2); Trapero (2003: n.º 19); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 3); Trujillo Pacheco (2017: n.º 33); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 71); Vázquez León (1993: n.º 6).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

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Transcripción

Se pasea la Leona     entre la paz y la guerra,
con sus dos hijas queridas,     Blancaflor y Genoveva.
Pasó por allí Tranquino,     se enamoró de una de ellas;
él quería a Blancaflor,     le dieron a Genoveva.
Ya se casan a disgusto,     ya se la lleva a su tierra,
con zapatillas caladas     y ricas medias de seda.
A eso de los nueve meses,     dice que se va a la guerra.
A la guerra que se iba     era en casa de su suegra.
La suegra que se ha enterado,     al camino sale a espera:
—¿Cómo no me traes a mi hija?     —A su hija la trajera;
preñada de nueve meses,     el deseo que desea
que me lleve a Blancaflor,     que asista a su cabecera.
—No te la doy yo, mi yerno,     que es muy pequeña y doncella.
—Sí, démela usted, mi suegra,     que yo miraré por ella
como si fuera mi hermana,     como si mi hermana fuera.
—Quedaros con Dios, vecinas,     que mi madre me destierra.
—No te destierro, hija mía,     que es tu cuñado y te lleva
para el parto de tu hermana     que estés en la cabecera—.
Yendo por medio el camino     quiso hacer burla de ella,
y por no perder su honor     dejó sacarse la lengua.
Le ha enterrado medio cuerpo,     otro medio dejó fuera.
Pasó por allí un pastor     que venía de por leña;
con los brazos le llamaba,     con los ojos le hacía señas:
—¿Si llevas tinta y papel?     —Tinta y papel yo trajera;
se me ha quedado olvidado,     en el chozo se me queda—.
Sacó un alfiler de a cuarto     y se ha pinchado una vena;
allí escribió lo que pudo,     y no lo que ella desea.
Pasó un águila volando,     en el pico se la lleva.
Está su hermana sentada     en el patio haciendo media;
cayó la carta del cielo,     de pronto se puso a leerla.
Por aquello que decía     la hizo que malpariera;
aquello que malparió     lo picó en una cazuela.
—Pa cuando venga Tranquino     ya estará la cena puesta—.
Estando en estas palabras,     llamó Tranquino a la puerta.
—Échale un pienso al caballo,     que la cena ya está puesta—.
A la primera tajada:     —¿Qué carne tan dulce es ésta?
—Más dulces fueron los besos     de mi hermana la pequeña,
más dulces fueron los besos     de mi hermana Genoveva—.
Las hijas de la Leona,     nombradas por mar y tierra:
una murió en una horca,     la otra sacada la lengua.
Las madres que tengáis hijas     casarlas en vuestra tierra,
no las caséis con villanos     pa que hagan eso con ellas.

Resumen de "Blancaflor y Filomena"

Un padre o una madre pasea con sus hijas y un caballero se enamora de una de ellas. La madre prefiere darle la mano de la mayor, pero el pretendiente no olvida a la otra hermana. Cierto día, el galán decide satisfacer sus deseos. Con la excusa de partir hacia la guerra, acude a casa de su suegra. Le dice que su esposa está embarazada y que desea que su hermana la asista en el parto. Él promete defender su honor y la madre se la entrega. Una vez en el monte, el cuñado la viola y le corta la lengua para que no cuente lo sucedido. Un pastor oye los gritos de la joven y esta le pide papel para escribir una carta. Como no tiene tintero, la muchacha emplea su propia sangre. Un ave transporta la misiva hasta la casa de su hermana. Para vengarse del marido, la muchacha guisa a su hijo recién nacido y se lo sirve como cena. En otras versiones, la muchacha aborta y guisa el feto. El marido se sorprende del exquisito sabor de la carne y la esposa se lo confiesa todo. La joven muere en la horca o es asesinada por el marido. En muchas versiones se omite la truculenta secuencia del asesinato del niño, aunque se conserva el halago del marido hacia la cena servida. Suelen concluir cuando la esposa le confiesa que ha recibido la carta de la hermana. En ocasiones, maldice al marido por su mala acción o le asegura que la justicia lo prenderá para que confiese el lugar donde yace su hermana. En algunas versiones, se incluye una advertencia del narrador a las madres para que no casen a sus hijas en tierras lejanas.