El confesor de su madre

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0664r

Informantes

Recopiladores

Notas

La informante asegura que la cantaba mientras trabajaban en la siega o lavando.

La informante le da el título de Una encantadora joven.

Aclaraciones léxicas:

atonado: por atónito.

dioslatrada: por idolatrada.

Notas léxicas

pinturero: la acepción que nos interesa se registra a partir del DRAE (1869), según comprobamos en el NTLLE: ‘la persona que se hace notar por la habitual afectación de sus palabras y ademanes’. No obstante, desde el DRAE (2001) se modifica la definición: ‘apuesto o gracioso’. En el DEA (1999) encontramos la siguiente caracterización: ‘(col, hoy raro) [pers.] que presume de belleza y elegancia’. En el TLHA se recoge esta voz, con el significado de ‘elegante’, registrado en Voces andaluzas o usadas por autores andaluces que faltan en el Diccionario de la Real Academia Española (1920), Miguel de Toro Gisbert.

(Nota léxica de Marta Torres Martínez)

Bibliografía

Versión publicada en Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 112-114; música p. 190; procedencia y peculiaridades p. 213).

Otras versiones de "El confesor de su madre"

Alguacil González (2012: pp. 76-78); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 54); Atero Burgos (2003: n.º 265); Benítez Sánchez (1999: p. 309); Benítez Sánchez (2000: p. 287); Checa Beltrán (2005: n.º 43); Díaz (2007: F.31); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 2); Esteve Faubel (1998: pp. 1147-1149); Majada Neila (1984: n.º 94); Manzano Alonso (2003: pp. 498-501); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 212); Moreno Moreno (2016: n.º 189); Pimentel García (2020: n.º 604); Suárez López (2009: n.º 250); Tejerizo Robles (2007, n.º 448, 449).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

(Y) una encantadora joven     sostenía relaciones
con un chico pinturero*     que adoraba con pasión.
Al conseguir sus favores,     viendo que encinta quedó,
trataron de casamiento,     pero aquel infame huyó.
Y ella muy apurada     por aquello quedó,
llorando y desconsolada,     porque la honra perdió.
La pobre así decía:     —¡Qué triste porvenir!
¿Qué dirán de mí las gentes?     ¡Yo de vergüenza voy a morir!—.
Se ha pasado cierto tiempo     y un hermoso niño dio;
le ha cogido entre sus brazos     y hacia el monte lo llevó.
Le ha dejado en un barranco,     envuelto en un pañal,
ocultando esa deshonra     de esa madre criminal.
Pero al siguiente día     un pastor que pasó
por aquella cercanía,     a un niño llorar oyó.
Se acercó a darle auxilio     y atonado* quedó
de que era un recién nacido,     entre sus brazos fue y lo cogió.
Le ha cogido entre sus brazos     y a su casa se marchó,
y a su esposa dioslatrada*     aquel niño le entregó.
Se fueron a la parroquia,     llenos de gozo los dos,
bautizando el pobre niño     que en sus brazos puso Dios.
Cuando llegó a ser grande     los padres  con dolzura
le dicen si estudiar quiere     pa la carrera de cura.
Le dieron los estudios,     lograron su intención.
Al hacer vintidós años,     entró de cura en la población.
Pero un día enesperado     que a la iglesia penetró
tristemente una señora     que al confesor se acercó:
—Dígame usted sus pecados     para que la observe Dios.
—Mis pecados son muy grandes     para desahogarme yo.
Hace vintidós años     que a un hijo abandoné;
no sé si es vivo o si es muerto,     contra un barranco me lo dejé—.
Siguió el cura confesando     sin aliento y sin color;
al oír la confesora     pensó morir de dolor.
—Usted debe ser mi madre,     por lo que me explica usted.
Quiso Dios que ya encontrara     la madre que me dio el ser.
—Hijo de mis entrañas     y de mi corazón,
por ocultar mi deshonra     hice yo esa mala acción.
—Madre, yo lo perdono,     porque comprendo yo
que la culpa no fue suya,     sino del hombre que la perdió.

Resumen de "El confesor de su madre"

Una joven mantiene relaciones con un muchacho del que queda embarazada. Este se desentiende de ella, así que la muchacha, apurada, decide abandonar al niño en medio del campo. Allí lo encuentra un pastor, que se lo lleva a su casa. Su esposa y él deciden criarlo. El niño crece y se hace cura. A su parroquia acude un día una apurada señora para confesar el crimen que cometió hace varios años. Ambos se reconocen. El hijo la perdona porque comprende que la culpa fue del hombre que la deshonró.