Conflictos de conciencia en la guerrilla cubana

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0669r

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Notas

Aclaraciones léxicas:

cobete: por cohete.

Bibliografía

IGRH: 0210

Versión publicada en Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 45-47; música p. 180; procedencia y peculiaridades p. 210).

Otras versiones de "Conflictos de conciencia en la guerrilla cubana"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 2); Atero Burgos (2003: n.º 132); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 125); Checa Beltrán (2005: n.º 27); Cid (1974: n.º 32); Díaz (2007: F.38); Heredia Menchero (2017: n.º 596); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 265); Moreno Moreno (2016: n.º 15); Pimentel García (2020: n.º 517); Piñero Ramírez (1996: n.º 11); Piñero Ramírez (2004: n.º 9); Piñero Ramírez (2013: n.º 55); Tejerizo Robles (2007: n.º 451).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Eran  seis soldados nuestros     con su sargento a Nueva York;
les ha salido al encuentro     un insurreto, ¡ay, qué dolor!
Un cabecilla     les dijo así:
—Tos de rodillas,     vais a morir—.
Aquel soldado     cuando lo oyó
dijo: —¡Ay, mi madre     del corazón!—
El cabecilla insurreto     a los lamentos del militar,
le dice a los suyos tantos:     —¡Muchachos, quietos, no hay que tirar!—
El cabecilla     se aproximó    
a aquel soldado     que suspiró.
Le dice: —Quinto,     ¿dónde eres tú?    
—Señor, mi pueblo     es Calatayud .
Dime el nombre de tu madre,     y el de tu padre quiero saber.
—Mi madre es Antonia Sánchez,     pues a mi padre llaman José.
No tengo padre,     puedo decir;    
dejó a mi madre,     también a mí.
Yo era pequeño,     de corta edad,
por eso ignoro     dónde estará.
—Levanta, quinto,     levanta ya,    
que soy tu padre,     te iba a matar.
—La muerte fiera     cerca la vi.
—¿Dónde estuvieras     si no es por mí?—
Entonces el militar     como un cobete* se levantó,
abrazándose a su padre,     que en hora y media no lo soltó.
—Y tus amigos     vendrán acá,    
que quiero darles     la libertad.
Y tú, hijo mío     del corazón,
queda conmigo     en Resurreción.
—No permitas, padre mío,     que yo en tus filas no puedo ir;
tengo a mi madre en España,     no tiene a nadie na más que a mí.
Y si ganamos     este país,  
a ver mi madre     no puedo ir;
y si perdemos,     mucho peor:  
muere mi madre     y sin verla yo.
—Tienes razón, hijo mío,     con tus amigos puedes marchar;
toma estos quinientos pesos     y se los mandas a tu mamá.
¡Ay, qué contenta     se va a poner;  
cuando le escribas,     le hagas saber
que en la manigua     está tu papá       
y que le manda     esta cantidad!—
Al despedirse     lloran los dos;   
se dan la mano     y el corazón.
El hijo marcha     con su escuadrón;  
el padre queda     en Resurreción.

Resumen de "Conflictos de conciencia en la guerrilla cubana"

Un grupo de soldados españoles que luchan en la guerra de Cuba son apresados por unos insurrectos. Cuando estos están dispuestos a fusilar a los españoles, uno de ellos nombra a su madre. El jefe de los cabecillas ordena suspender el tiroteo. Le pregunta al muchacho por sus señas y descubre que es su hijo, a quien abandonó de niño. Le pide que permanezca en su bando, pero el muchacho se niega porque quiere ver a su madre. El cabecilla salva a todos los soldados y le entrega una cantidad de dinero a su hijo para que se la haga llegar a su antigua amante. El soldado se despide feliz al pensar en lo contenta que esta se va a pone cuando conozca el afortunado lance.