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Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
0691r
Categoría:
Colección:
Colección de Jerónimo Anaya Flores
Informantes
Recopiladores
Notas
En esta versión, se repiten todos los segundos hemistiquios, excepto los de los versos 2, 3, 5, 11, 13, 23, 29, 31, 34, 38, 40, 44, 46, 48, 53 y 54. También se repite el verso 10a. El verso 23, tras la repetición del segundo hemistiquio, se vuelve a repetir en su totalidad.
Bibliografía
IGRH: 0195
Otras versiones de "Lux aeterna"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Una niña y un niño que festejaban,
solo tenían seis años que se querían, y ellos se amaban.
Llegó su santo, le regaló
(y) un corte de vestido de gran valor.
―Toma el vestido, prenda adorada,
que este corte ’e vestido (y) es de posada―.
Otro día de mañana, va a conversar
y Juan no lleva ganas con ella hablar.
Y ella le dice: ―Juan, ¿qué te pasa,
que vas tan triste? (…………………)
―No te lo digo, Adela, no te lo digo,
que si te lo dijiera, pensar te olvido;
pues no te quiero, que quiero a otra
que mis ojos han visto que es más hermosa―.
Otro día de mañana, (y) ella cae enferma,
van todas sus amigas todas a verla;
(…………………) también Dolores,
que ella no tiene culpa que Juan la adore.
A una de las que ha ido le ha preguntado
que si ha visto a su Juan por algún lado.
―Piensa en ponerte buena, yo te lo digo;
los amores de Juan los has perdido,
porque con la Dolores se va a casar.
―Madre, querida madre, ¡cuántas estrellas!
Ábreme la ventana, que quiero verlas.
―No, hijita, no, que estás enferma,
y el aire de la noche dañarte pueda.
―Madre, querida madre, (…………………)
coge una silla, vente a mi lado,
que antes de morir quiero darte un encargo.
Si viene Juan a verme después de muerta,
no lo dejes entrar por esa puerta.
(…………………) Y si pasara,
con un pañuelo blanco tapar mi cara,
que no me vea. (…………………)
Siento ladrar un perro y entre mi reja;
pa la misa de doce ya estaré muerta.
Si vienen mis amigas Ana y Dolores
a contemplar la tumba, lirios y flores.
Si vienen mis amigas, todas de negro,
a tirar de la cinta con lazos negros―.
Otro día de mañana, salió el entierro
y Juan que está en la puerta se metió adentro.
Sacó la foto y lo besaba
y enfrente de la foto (y) así lloraba:
―Adiós, Adela, adiós, adiós,
adiós, Adela mía del corazón.
¿Cómo yo iba a pensar que por mis amores
te morirías? (…………………)
Nunca me había casado con la Dolores―.
(…………………) (…………………)
Otro día de mañana, se siente un tiro
y un suspiro decía: ―Y Adela mía, me voy contigo.
Adiós, Adela, adiós, adiós;
adiós, Adela mía del corazón.