Lux aeterna

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Juana Segovia

Responsable del grupo investigador: Jerónimo Anaya Flores

Notas

En esta versión, se repiten todos los segundos hemistiquios, excepto los de los versos 2, 3, 5, 11, 13, 23, 29, 31, 34, 38, 40, 44, 46, 48, 53 y 54. También se repite el verso 10a. El verso 23, tras la repetición del segundo hemistiquio, se vuelve a repetir en su totalidad.

Bibliografía

IGRH: 0195

Otras versiones de "Lux aeterna"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3917, 3918); Alonso Fernández y Cruz Casado (2003: n.º 13); Atero Burgos (2003: n.º 26); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 111); Benítez Sánchez (1999: pp. 288-291); Benítez Sánchez (2000: pp. 276-278); Checa Beltrán (2005: n.º 10); Cid (1974: n.º 38); Díaz (2007: E.6); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 128-136); Esteve Faubel (1998: pp. 1109-1115); Fraile Gil (2013: n.º 26); Heredia Menchero (2017: n.º 1033, 1034); Hernández Fernández (2010: n.º 81-82); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: pp. 157-158); Majada Neila (1984: n.º 93); Manzano Alonso (2003: pp. 396-411); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 168); Moreno Moreno (2016: n.º 29); De Mur Bernad (2015: n.º 156); Nieves Martín (2010: n.º 511); Pimentel García (2020: n.º 137); Piñero Ramírez (1996: n.º 27); Piñero Ramírez (2004: n.º 21); Piñero Ramírez (2013: n.º 68); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: pp. 103-104); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 38); Rico Beltrán (2009: n.º 92); Romero López (1995: n.º 23); Tejerizo Robles (2007: n.º 435); Trapero (1985, n.º 109); Trapero (2000a: n.º 161); Trapero (2003: n.º 78); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 166); Trujillo Pacheco (2017: n.º 25).

Contaminaciones y engarces

Lux aeterna + Entierro y boda contrastados (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 167).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Una niña y un niño     que festejaban,
solo tenían seis años     que se querían, y ellos se amaban.
Llegó su santo,     le regaló                                                 
(y) un corte de vestido     de gran valor.
―Toma el vestido,      prenda adorada,
que este corte ’e vestido     (y) es de posada―.
Otro día de mañana,     va a conversar
y Juan no lleva ganas     con ella hablar.
Y ella le dice:     ―Juan, ¿qué te pasa,
que vas tan triste?     (…………………)
―No te lo digo, Adela,     no te lo digo,
que si te lo dijiera,     pensar te olvido;
pues no te quiero,     que quiero a otra
que mis ojos han visto     que es más hermosa―.
Otro día de mañana,     (y) ella cae enferma,
van todas sus amigas     todas a verla;
(…………………)     también Dolores,
que ella no tiene culpa     que Juan la adore.
A una de las que ha ido     le ha preguntado
que si ha visto a su Juan     por algún lado.
―Piensa en ponerte buena,     yo te lo digo;
los amores de Juan     los has perdido,
porque con la Dolores     se va a casar.
―Madre, querida madre,     ¡cuántas estrellas!
Ábreme la ventana,     que quiero verlas.
―No, hijita, no,     que estás enferma,
y el aire de la noche     dañarte pueda.
―Madre, querida madre,      (…………………)    
coge una silla,     vente a mi lado,    
que antes de morir     quiero darte un encargo.
Si viene Juan a verme     después de muerta,
no lo dejes entrar     por esa puerta.
(…………………)     Y si pasara,
con un pañuelo blanco     tapar mi cara,
que no me vea.     (…………………)    
Siento ladrar un perro     y entre mi reja;
pa la misa de doce     ya estaré muerta.
Si vienen mis amigas     Ana y Dolores  
a contemplar la tumba,     lirios y flores.
Si vienen mis amigas,     todas de negro,
a tirar de la cinta     con lazos negros―.
Otro día de mañana,     salió el entierro
y Juan que está en la puerta     se metió adentro.
Sacó la foto     y lo besaba
y enfrente de la foto     (y) así lloraba:
―Adiós, Adela,     adiós, adiós,
adiós, Adela mía     del corazón.
¿Cómo yo iba a pensar     que por mis amores
te morirías?     (…………………)
Nunca me había casado     con la Dolores―.
(…………………)     (…………………)
Otro día de mañana,     se siente un tiro
y un suspiro decía:     ―Y Adela mía, me voy contigo.
Adiós, Adela,     adiós, adiós;
adiós, Adela mía     del corazón.

Resumen de "Lux aeterna"

En una secuencia que suele omitirse en algunas versiones, una muchacha nota que su novio se muestra poco elocuente y este le confiesa que ama a otra mujer. Ella enferma de amor y sus amigas acuden a visitarla. Una de ellas le informa de que su novio está saliendo con otra de sus amigas. En otra secuencia que remite a un popular poema de Juan Menéndez Pidal y que se omite en varias versiones, se relata la agonía de la joven, que le pide a su madre que abra la ventana para poder ver las estrellas, a lo que esta se niega por considerarlo perjudicial para su salud. Acto seguido, le encarga que no deje entrar a su amante y le indica la forma en que debe amortajarla. Por último, la joven oye aullar a un perro, signo de su inminente muerte. En otras versiones, la muchacha le pide a su madre que deje pasar a su novio para curarse; esta se niega y asegura que prefiere verla muerta. La enferma culpa a la madre de haber impedido sus amores con el joven. Se celebra el entierro y la comitiva fúnebre pasa por la puerta de Juan. Este se siente culpable, entra en su casa y se arrodilla delante del retrato de la difunta. Al día siguiente, acude al cementerio y, aunque el sepulturero le aconseja que se aleje de allí, el muchacho se acerca a la tumba de la joven y se quita la vida.