El cura sacrílego

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0699r

Informantes

Recopiladores

Belén Fuentes

Responsable del grupo investigador: Jerónimo Anaya Flores

Juana Segovia

Responsable del grupo investigador: Jerónimo Anaya Flores

Notas

En esta versión, se repiten los versos 2, 6, 8, y 10. Al repetir el verso 10, la informante pronuncia: “a contarle”.

Bibliografía

IGRH: 0083

Versión publicada en Anaya Flores (1999: p. 122; música p. 176; procedencia y peculiaridades p. 215) y Anaya Flores (2016: p. 285; música p. 400).

Otras versiones de "El cura sacrílego"

Álvarez Cárcamo (2019: 21.4); Atero Burgos (2003: n.º 80); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: p. 149); Manzano Alonso (2003: pp. 337-343); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 105); Pérez Rivera (2015: n.º 274); Pimentel García (2020: n.º 369); Piñero Ramírez (1996: n.º 77); Piñero Ramírez (2004: n.º 58); Piñero Ramírez (2013: n.º 74); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 96); Salazar (1999: n.º 223); Schubarth y Santamarina (1984: n.º 61); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 88).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

VALIENTE BARROSO, B. (2016). El romancero tradicional de Cantabria: el ciclo del tabú del incesto [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid.

Transcripción

Un curilla, siendo cura     de la provisión de Dios,
se enamoró de una niña     desde que la bautizó.         
Como era tiempo de invierno,     la muchacha salió al sol.
Por allí viene el curilla,     por allí viene el traidor.
La ha cogido de la mano     y a su casa la llevó;
la metió en un cuarto oscuro     donde no hay luna ni el sol.
Otro día por la mañana     (y) el curilla madrugó;
fue al cuarto de la niña,     fría, muerta la encontró.
Ha cogido la maleta     y hacia Roma se marchó
(y) a contarle al Padre Santo     todo lo que sucedió.
De penitencia te echo,     de penitencia le echó
que barriese los caminos     de Zaragoza a Aragón.
Ya ha barrido los caminos     de Zaragoza a Aragón.
De penitencia te echo,     de penitencia le echó
que se metiera en un horno     de la primera calor.

Resumen de "El cura sacrílego"

Un sacerdote se enamora de una niña desde que la bautiza. Cuando los padres de esta mueren, aprovecha para requerirla de amores. Un día en que la niña está peinándose al sol, la rapta, la lleva a su casa y la encierra en un cuarto oscuro. Cierto día de Semana Santa, el cura duerme con ella y, esa misma noche o a la mañana siguiente, descubre que la niña ha muerto. Pide ayuda a los vecinos para que saquen de allí el cadáver y lo entierren en secreto. En otras versiones, la niña se niega a acceder a los deseos del cura y este la encierra en un cuarto oscuro. Después de unos meses, ella consiente, pero, cuando el cura la toca, queda muerta. El sacerdote se marcha a la iglesia y, cuando se dispone a decir misa, oye una voz del cielo que le prohíbe seguir adelante. El sacerdote decide peregrinar hacia Roma para expiar sus pecados. En el camino se encuentra con un capuchino o con el papa que le impone dos o tres penitencias: barrer las calles que distan entre dos ciudades, fabricar un gran cirio cuyo pabilón sea él mismo y meterse en un horno. Cuando está desnudándose para cumplir el último encargo, una voz del cielo lo detiene y le asegura que ya puede volver a oficiar.