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Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
0710r
Categoría:
Colección:
Colección de Jerónimo Anaya Flores
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante lo titula Cuando yo tenía quince años.
Aclaraciones léxicas
presedía: así en el archivo sonoro.
Bibliografía
Otras versiones de "Despreciado por una mujer que busca un rico millonario"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Cuando yo tenía quince años, la mujer que yo amaba
ni estrella, ni sol ni luna, con nadie la comparaba.
Era tan bonita y graciosa que entremedias de las flores
no la distinguía. (………………………)
Regaba su jardín, ¡ay Virgen de los Dolores!,
(………………………) entremedias de las flores.
no la distinguía. (………………………)
Una noche fui a verla, como tenía de costumbre;
me la encontré sentada contemplando la lumbre.
Me acerqué hacia ella y me dijo: —Por donde has venido a verme, vete;
(………………………) que no te quiero a ti.
Me voy a casar con un hombre que me pueda hacer feliz;
porque si me caso contigo, que eres un desgraciao obrero,
viviríamos en la miseria y nadie nos dará consuelo.
—Te vas a casar, pero Dios que está en los cielos
tu castigo mandará—. (………………………)
Cinco leones destrozaron mi alma y mi corazón,
a ver que la mujer que yo amaba se casaba con aquel rico labrador.
En la puerta de la iglesia con mi cuchillo de monte me planté
y al salir de la iglesia estas palabras l’ hablé:
—Si esa mujer no es para mí, tampoco será para usted—.
Sacando mi cuchillo de monte, en su cuello lo clavé
y la gente corría para salvar al herido, que alguna vida tendría.
Por entremedias de la gente, mi cuerpo lo presedía*.
Ya me meten en el tribunal, y a la semana que viene
(………………………) el juicio de aquel día;
amarrado de pies y manos, en el tribunal me metía,
Me pregunta el señor juez en el banco de los amarrados:
—¿Usted fue el que intentó matar a los recién casados?
—Sí, señor juez, y si algún disgusto me queda
es que con vida los dejé—. (………………………)
Era una tarde de mayo, en mi reja estaba asomado
y vi asomar a la mujer que yo tanto había amado.
Al pasar al lado de mis rejas, me ha tirado un escupido
que hasta el rostro me he manchado (………………………)
Hincándome de rodillas y pidiéndole a la Virgen
que al rico millonario destroce su dinero (………………………)
y ella se vea pidiendo una limosna con una lata en la mano.
Yo ya cumplí mi condena y salí libre total.
Y una noche en mi casa me la encontré en el portal,
con una lata en mi mano para su cena ganar.
Se hinca de rodillas, que la perdonara.
—¿Perdonarte yo, mala mujer? Dios te tenga en la gloria
y viverás en la miseria; (………………………)
pero todo el mundo te verá y te escuperá en la cara.